El objetivo es que ninguna persona con COVID-19 se quede sin atención cuando lo requiera. La población debe solicitar atención médica en las primeras 48 horas a partir del inicio de síntomas de COVID-19, lo cual reduce el riesgo de fallecimiento. El riesgo de fallecer según los días transcurridos desde el inicio de síntomas hasta su ingreso hospitalario es de 50 por ciento en quienes acuden después de dos días y de 80 por ciento para quienes asisten a los cuatro o cinco días