Durante una conferencia de prensa, Anaya afirmó que García Luna no merece su respeto, resaltando que el veredicto de culpabilidad del sistema penal estadounidense sobre el exfuncionario debería ser suficiente para desestimar cualquier defensa a su favor.
Su obra, recalcó, “en buena medida es un espejo de la historia contemporánea de la Universidad, desde los movimientos estudiantiles de 1968 hasta las huelgas de finales de los 90. Su pluma dibujó el panorama de la vida estudiantil y académica, que muestra a la UNAM como un microcosmos de la sociedad mexicana”.