Álvarez, quien es jurista y presidió el Tribunal Constitucional (TC) peruano, dijo que tanto él como el ministro de Relaciones Exteriores, Hugo de Zela, saben "de manera técnica" que "no es posible tratar de sustraer del ámbito de la sede diplomática a una persona, por más emotividad o por más que sea requerida por la justicia peruana".