Las políticas de vivienda de inicios de siglo redujeron el déficit habitacional, pero dejaron comunidades aisladas, sin servicios ni tejido social, un efecto que aún marca a millones de familias en el país.
El estudio identifica brechas críticas: 74% del capital social de las Personas Morales está en manos de hombres y solo 1.4% de las empresas sin participación femenina en el capital es dirigida por una mujer.