domingo, febrero 2, 2025

Sophie Thatcher es la mujer ideal (para una mente retorcida)

LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- Érase una vez el hombre perfecto. Se llamaba Josh. ¡Ay, Josh! Ese chico risueño y un poco patoso que Iris conoció comprando en el supermercado, con un percance con unas naranjas de por medio. Si le preguntabas por él, ella te decía que era su alma gemela y su razón de ser.

¿Cómo no iba a hacerlo? Estaba literalmente creada para desvivirse por su novio. Aunque quizá sería más oportuno decir metafóricamente, pues todo depende de si aquel que lee esta historia considera que un robot posee tal cosa como una vida de la que desprenderse y, como consecuencia, unas emociones que sentir y un libre albedrío que disfrutar.

De acuerdo con CINEMANÍA, a alguien como Josh no le interesaría abrir esa caja de Pandora que destruiría la falsa relación que tanto le beneficia, pero a un contador de historias como es el cine le apasiona plantearse esas cuestiones. Desde que los autómatas se convirtieron en robots e Isaac Asimov los dotó con las tres leyes de la robótica, las películas han buscado una y otra vez contestar a estas preguntas.

La acompañante, dirigida por el también guionista Drew Hancock y resultado de la unión entre el estudio que nos trajo El diario de Noa y los creadores de la película de terror Barbarian, es una nueva y desquiciada respuesta a esos interrogantes que siempre acaban confirmando que los tipos como Josh ni tienen la razón ni se acercan mínimamente al grado de superioridad que ellos mismos se atribuyen. Y lo dice Jack Quaid que, tras su paso por The Boys y como protagonista de esta terrorífica historia de amor, algo sabe sobre eso que llamamos el lado oscuro de la humanidad.

No eres John Cusack
Cuando después de hacer un poco de small talk –le gusta mucho Madrid, aunque cuando vino solo pudo quedarse menos de 48 horas– le digo que es hora de hablar de relaciones amorosas, robots y asesinatos, se ríe. Debatir sobre lo peor del ser humano no le es para nada ajeno.

Puede que de pequeño no quisiese ni subirse a la atracción Las aterradoras aventuras de Blancanieves en Disneyland –”¡El título ya decía que daba miedo!”– pero, poco a poco, y desde que descubrió a sus 20 años que “las mejores historias e interpretaciones se encontraban en el terror”, Quaid se ha ido convirtiendo en un experto del género.

Hasta ha dado vida al mismísimo Ghostface en la quinta entrega de Scream, aunque, para historias terroríficas, las de la serie de Prime Video donde interpreta a Hughie. Si la exitosa producción muestra lo que pasaría realmente si los superhéroes existiesen, La acompañante profundiza en cómo la sociedad utilizaría en la vida real robots super avanzados. Y, spoiler: se parecería más bien poco a una comedia romántica.

Si esto fuese Un gran amor, cuando Iris, interpretada por Sophie Thatcher (Yellowjackets), descubre que es un robot y el paraíso que Josh y ella tienen montado se derrumba, él la reconquistaría radiocasete en mano y con In Your Eyes de Peter Gabriel sonando. Pero, para eso, Josh tendría que ser el bueno de la película. “Otro tipo de filme habría hecho que Iris se volviese loca y Josh salvase al mundo, pero aquí es el antagonista, aunque no creo que lo sepa”, explica Quaid.

“Los mejores villanos no piensan que son villanos y se creen los héroes de su propia historia. Creo que se piensa que es una especie de John Cusack, pero no lo es, y eso es lo que lo hace tan interesante. ¡Mira! ¡Esta es mi playlist de Josh!”, dice enseñando el móvil mientras desliza infinitamente hacia abajo en su Spotify. “Son muchísimas baladas de amor de los 80 y cosas así”. Casi como los personajes del protagonista de Serendipity, si no fuese por las cuchilladas, torturas, oscuros deseos y camuflada misoginia que implica amar como ama Josh a su robótica y perfecta novia.

Una IA femenina
De las consecuencias de la IA a la perfección femenina, el cine tiene respuestas para todo. Thatcher acudió a él para crear a la novia perfecta de Josh y encontró la solución en el estilo de las actrices francesas de los años 60. “Pensé que un chico como él querría a una chica que se pareciese a las mujeres que veía en las películas cuando era pequeño”.

La trama es retorcida y así la tuvieron que trabajar sus protagonistas, machismos, toxicidades y “dinámicas de poder chungas” incluidas. “Fue bastante desmoralizante tener que arrastrarme por el suelo con esos tacones y ensuciarme entera”, admite la actriz. “Gran parte de la película lo es, pero Jack es muy amable y, además, también digo alguna línea bastante funky y épica”.

Por esa razón, la historia de Iris le parece “extrañamente empoderante”. “Como mujer, a veces sientes que no tienes el control. Ella no se da cuenta de que es una relación tóxica que la limita porque está programada así y nunca ha tenido nada más pero, cuando todo cambia y su burbuja explota, se ve obligada a mirarse a sí misma y descubrir que tiene libre albedrío y que tiene autonomía para irse de allí”.

Con ese despertar, empieza un juego entre los protagonistas en el que ambos intérpretes estuvieron sumergidos durante todo el rodaje. “La acompañante trata sobre el control y gran parte de la película fue entender, en cada escena, quién de los dos tenía el poder, porque va cambiando todo el rato”, afirma Quaid.

Precisamente a él, que lleva horrorizándonos con las atrocidades que se cometen en The Boys desde 2019, parece oportuno preguntarle por qué nos gustan tanto este tipo de historias macabras que parecen tan reales. “Ambos proyectos intentan decirnos algo sobre nuestra sociedad. Meter algo violento y oscuro dentro de un mensaje los hace muy interesantes”, reflexiona.

“Es más, una de mis películas favoritas es Hijos de los hombres (Alfonso Cuarón, 2006) y creo que nunca ha sido tan relevante como ahora. Es muy violenta y pasa en un futuro no tan distante, pero lo suficientemente lejano para crear una asombrosa alegoría de nuestro mundo y un espejo en el que vernos reflejados”. Y razón no le falta: no hace falta ser un robot para querer acabar con tu novio machista que espera que seas una novia de película. Ni que fuese él John Cusack…
AM.MX/fm

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