Luis Alberto García / Moscú
*Científicos rusos e italianos avanzan en esas investigaciones
*Pérdidas cuantiosas debido a accidentes de trabajo en la cancha.
*Imaginemos que el contundido fuese Antoine Griezmann.
*El control de daños, en fase inicial por su complejidad.
*Clubes europeos, asiáticos y latinoamericanos aplican algunas medidas.
Habría que imaginar que el equipo de Francia, campeón mundial de la Copa FIFA / Rusia 2018, llegaba a la final del torneo contra Croacia, tal como sucedió; pero que Antoine Griezmann, el mejor de sus delanteros, sufría una lesión muscular dos días antes del partido del 15 de julio en Moscú y no podrá jugar, convirtiéndose en un riesgo.
Eso lo debía saber el entrenador Didier Deschamps, volviéndose una pesadilla no solamente para él, sino para la mitad de la ciudadanía francesa, para los aficionados en serio, además de representar un daño económico potencialmente duro para el seleccionado, los anunciantes, patrocinadores, apostadores y pagantes de boletos de ingreso al estadio Luzhnikí.
Sin embargo, la tecnología, los adelantos médicos y los avances científicos -cada vez más presentes en el futbol-, pueden ofrecer respuestas sorprendentes a ese tipo de problemas mediante soluciones tecnológicas y casi mágicas, como lo hace un grupo de investigadores rusos e italianos.
Ellos han desarrollado un algoritmo basado en la inteligencia artificial, capaz de prever con precisión el riesgo de lesiones musculares, método que representa un avance significativo respecto a las tecnologías anteriores, aseguran los científicos; pero las soluciones a un tema tan complejo, de cómo evitar lesiones, están en su fase inicial, agregan los especialistas.
“Evitar lesiones es un problema urgente, puesto que el impacto para los clubes es importante”, asegura Pavel Orlov, investigador de la Universidad de Moscú: “Se habla de mucho dinero, tanto el que se invierte en la recuperación del atleta lesionado, como por la pérdida de ingresos procedentes del público que quiere verlo jugar”.
Otros expertos en ciencias del deporte de nacionalidad rusa, explican que las lesiones dependen no solamente de factores físicos, sino también de aspectos como la calidad del sueño, la dieta o la situación psicológica de un atleta.
Las lesiones traumáticas no se pueden prever y el alto rendimiento exigido a los futbolistas profesionales añade un factor de riesgo más, asegura Orlov, especialista que ha colaborado con los terapeutas y nutriólogos de los equipos CSKA, Spartak y Torpedo de la capital de Rusia.
En los cinco continentes, los equipos de futbol profesionales se apoyan en las nuevas tecnologías para reducir las lesiones y optimizar el rendimiento de los jugadores, aseguran los expertos rusos, explicando que, desde hace algunos años, los clubes acumulan grandes cantidades de datos sobre la actividad de sus jugadores.
Se registran todos sus movimientos durante los entrenamientos: parámetros como la aceleración, la distancia recorrida o la velocidad, datos que se transmiten en directo y permiten tomar decisiones en tiempo real sobre la gestión de un jugador sometido a esfuerzos excesivos.
Tanta información no es fácil de procesar, debido a que un preparador físico tiene que analizar de cincuenta a cien variables por jugador en cada entrenamiento, y lo más importante no está en los recursos que se tengan, sino en cómo se utilizan.
Para los científicos hay mucho margen de mejora para aumentar la prevención de las lesiones. pero los avances en la explotación de esas mejoras no se han coordinado lo suficiente como para poder aprovecharlos bien.
También la inteligencia artificial entra en los campos de futbol, al poder explotar de forma eficaz mucha información, según los autores de un estudio publicado recientemente, pertenecientes a distintas instituciones europeas, como el Consejo Nacional de Investigaciones de Italia, que ha desarrollado un software que permite analizar distintas variables a la vez, y ofrecer indicaciones sobre la exposición a posibles daños musculares de los jugadores.
Para ponerlo en práctica, se llevaron a cabo experimentos con un equipo compuesto por cerca de treinta futbolistas profesionales, y una recolección de datos hecha durante seis meses en la temporada 2013-2014.
En el diseño de ese modelo, realizado en el marco del proyecto europeo Sobigdata, también colaboraron especialistas del Barcelona, para registrar todos los movimientos del defensa Gerard Piqué durante los entrenamientos.
El trabajo consistió en combinar todos los datos del entrenamiento del futbolista en la temporada, con la serie histórica de lesiones musculares que había sufrido, e informar que los métodos anteriores acertaron solamente en cuatro de cada cien veces la previsión de las lesiones.
Así aumenta la precisión de las previsiones, permitiendo a los entrenadores y preparadores poder tomar decisiones más personalizadas sobre los entrenamientos de los clubes, profesionales o aficionados.
Los grandes equipos –especialmente los latinoamericanos, asiáticos y europeos- gastan cientos de millones de dólares en futbolistas; pero tienen un presupuesto destinado a la prevención de lesiones, que es solamente una mínima parte de ese dinero, controlando lo que llaman “tecnologías punta”, aunque todavía faltan métodos uniformes para aprovecharlas.
Depende mucho del uso que le den al cuerpo técnico y médico de un club, pues no todos creen en las posibilidades que ofrecen las tecnologías, ya que futbol depende de los resultados y muchas veces no se ve la influencia directa de la inteligencia artificial en meter o no un gol, aseguran otros investigadores.
La propuesta de los investigadores rusos e italianos parece un primer paso, importante y necesario para poder utilizar mejor los datos almacenados; pero se cree que, para profundizar la eficacia del modelo, habría que experimentarlo en más equipos de distintos países durante un periodo de tiempo más largo.
Otra limitación notable es el hecho de que se hayan recogido datos solamente durante los entrenamientos y no en los partidos, y también se considera que habría que combinar la información proporcionada por la tecnología con otros datos.
Éstos serían, por ejemplo, la frecuencia cardíaca, la temperatura del cuerpo y los indicadores sobre las condiciones del jugador en distintas horas del día; pero los especialistas están convencidos de que. poco a poco, la aplicación de tecnologías, como la inteligencia artificial, superará los prejuicios y permitirá avances en el tratamiento de las lesiones en el futbol.
Queda mucho por hacer, afirman los científicos, y es opinión generalizada que, uno de los puntos claves para favorecer mejores resultados, es la coordinación entre los distintos componentes que actúan en el funcionamiento de un equipo de futbol.
Y el algoritmo desarrollado podría ya estar listo para su uso y extenderse a otros deportes; pero se destaca la importancia de que se incorporen a los equipos técnicos profesionales que lo puedan manejar como es debido, en beneficio de un deporte practicado por millones de seres humanos en el mundo.