José SÁNCHEZ LÓPEZ
LA Procuraduría General de la República investiga desde el 19 de junio al cardenal Norberto Rivera Carrera por el encubrimiento de al menos 15 curas pederastas. Esta semana los ex sacerdotes Alberto Athié y José Barba, acudieron a ratificar su demanda. Ahora sólo falta que el prelado acepte comparecer o no.
Esto, en virtud del fuero eclesiástico, que señala que todas las causas civiles y criminales de los ministros cristianos del altar, caen solo bajo la competencia de los jueces eclesiásticos, con el argumento de que si los sacerdotes tienen a su cargo la misión de juzgar y perdonar a los fieles, no pueden ser juzgados por estos.
Ello desprestigiaría su autoridad e iría en detrimento del respeto que deben inspirar los que han de enseñar el camino de la salvación, dicen.
La investigación contra el pontífice se da luego de su renuncia al Arzobispado al cumplir los 75 años de edad, como lo marca el Derecho Canónico.
ARMANDO MARTÍNEZ, abogado de RIVERA CARRERA, asegura que el señalamiento es contra la Arquidiócesis Primada de México, en su calidad de persona moral y no contra NORBERTO.
Empero, diversos activistas que forman parte del grupo de denunbciantes, advirtieron es un gran avance el llamado que le hace la PGR al Cardenal, pues en la historia reciente no existen antecedentes sobre indagatorias contra líderes religiosos católicos por pederastia.
Hace 22 años, en 1995, CARRERA RIVERA ocupó el Arzobispado de México y desde hace lo menos 10, ha sido señalado una y otra vez como protector de curas pederastas. Recordemos que él fue uno de los más férreos defensores de MARCIAL MACIEL DEGOLLADO, quien fundó la congregación Los Legionarios de Cristo y fue obligado a no ejercer más el sacerdocio por acusaciones de pederastia.
Luego de hacerse pública la denuncia el pasado 2 de julio, el Arzobispo Primado de México replicó:
“Aquí no se ha protegido absolutamente a ningún pederasta, de hecho aquí en la Arquidiócesis, al menos unos 15 sacerdotes han recibido no solamente el juicio, sino sentencias que afortunadamente no tenemos que dar nosotros. Aquí tenemos que hacer la investigación, se manda toda la documentación a la Doctrina de la Fe, en Roma, y el Santo Padre es quien ha tomado las decisiones en esos casos tan dolorosos, porque sí han sucedido aquí en México”.
Sin embargo, el ex sacerdote JESÚS ROMERO COLÍN, quien fue víctima de pederastia por parte de un sacerdote cuando tenía 11 años y que lleva más de 20 esperando la orden de aprehensión de su presunto agresor y que el expediente se integre conforme a derecho, precisó que ni el cardenal, ni la Arquidiócesis de México, han informado, en su momento, de los casos de curas pederastas en los que se haya hecho justicia.
En la declaración de varios de los afectados, dijeron los denunciantes, no hay ninguna duda de que RIVERA CARRERA tuvo conocimiento pleno, íntegro e indubitable de la existencia de esos presuntos delitos, los cuales no denunció ante el Ministerio Público a sabiendas de que ese era su deber primario conforme a lo establecido en los artículos 12 BIS de la Ley de Asociaciones Religiosas y 116 del entonces vigente Código Federal de Procedimientos Penales”.
En su opinión, el Ministerio Público Federal debe exigir al cardenal que aporte los expedientes relativos a los procedimientos eclesiásticos y que los responsables, cómplices y encubridores sean llevados ante la justicia.
A ver cuál es la respuesta del procurador RAÚL CERVANTES ANDRADE y si no tienen que pasar otras décadas más, para que pueda hacerse justicia y, sobre todo, que no sea “en lo oscurito”.
Pero el cardenal RIVERA no es el único que se proclive a proteger a curas pederastas, el obispo de la prelatura de Cancún-Chetumal, JORGE BERNAL VARGAS, rayando en el cinismo, recomienda: “hay que perdonar a sacerdotes abusadores, porque no saben lo que hacen”***AU REVOIR-