SIN LÍNEA

***Funcionarios de Mérida, más voraces que los cárteles para extorsionar
José SÁNCHEZ LÓPEZ
EN este país resulta muy complicado evitar ser víctima de la delincuencia, principalmente cuando se trata de extorsión, un fenómeno delictivo “normalizado”, en el que desde el comerciante más modesto hasta el empresario más acaudalado, son perjudicados.
Ese flagelo se da por la apatía o complicidad del gobierno y repercute en la impunidad rampante con la que actúan los delincuentes.
Gran parte de los afectados termina por someterse o simplemente cerrar sus negocios.
Saben que de poco o de nada les servirá presentar su denuncia, pues corren el riesgo de ser víctimas de represalias.
Es una situación angustiosa al saberse inermes.
Los extorsionadores operan gracias a la protección que les dan las autoridades, de distintos niveles.
Pero qué pasa cuando los extorsionadores no son los criminales que no ocultan su procedencia u origen, pues lo que quieren intimidar aún más a la población.
Cuando se trata de servidores públicos que se escudan en un cargo, en una charola o algún puesto oficial.
Sin duda que el ciudadano queda aún más vulnerable e indefenso.
Ese es el caso de empresarios, comerciantes y ciudadanos en general de la Blanca Mérida del estado de Yucatán, cuyo gobernador, el morenista JOAQUÍN JESÚS DÍAZ MENA, pretende vender la falsa imagen de un estado tranquilo y seguro, postura que, aunque de diferente partido, secunda la alcaldesa, CECILIA PATRÓN LAVIADA.
Los afectados ya no soportan la voracidad del “Cártel Meridense”, conformado por funcionarios y empleados del Ayuntamiento, que abiertamente exigen fuertes cantidades de dinero para permitirles “trabajar”.
Empresarios y propietarios de restaurantes, estacionamientos, gimnasios, tiendas departamentales y diversos negocios, han presentado múltiples denuncias ante la Fiscalía General de Yucatán, pero no han tenido respuesta y cuando pretende hablar con la alcaldesa, ésta se halla de viaje o simplemente no tiene tiempo de atenderos.
En los expedientes, figuran nombres como LIZBETH BASTO AVILÉS coordinadora general de Buen Gobierno; ADRIÁN DE JESÚS CABALLERO CASANOVA, jefe de Inspección de Mercados; CARLOS DANIEL HAUCHÉ jefe de Permisos, MIGUEL DARÍO SOTO HERRERA. coordinador municipal de Protección Civil y JOSÉ RICARDO THEMANN MIGUEL jefe de Denuncia Ciudadana e Inspección Urbana, entre otros más
Extorsión, cobro de piso, amenazas, falsas imputaciones con las que ejecutan clausuras, cierres de negocios y a veces hasta encarcelamientos al inventarlos falsos cargos.
Los dueños acusan prácticas selectivas en inspecciones con trámites prolongados y multas elevadas.
En lo que va del año son ya más de 25 restaurantes clausurados, pero también gimnasios, estéticas, comercios diversos y hasta tianguistas, a los que le imponen cuotas de 2 mil 500 pesos por espacio.
No se salva nadie.
Los quejosos piden la intervención de la Fiscalía General de la República, pues acusan que ahora ya no sólo son extorsionados por el crimen organizado, sino también por las autoridades que, en teoría, su deber sería cuidarlos y protegerlos, “estamos cansados de extorsiones por parte del crimen organizado, pues ahora somos objeto de los mismos delitos, pero cometidos por autoridades estatales y municipales”.
Vivimos en el país de los absurdos, si no vea:
Usted, a base de trabajo y esfuerzo, logra poner un changarrito,. Antes tuvo que pagar derecho de uso de suelo, permiso, licencia, visto bueno de Bomberos, de Protección Civil, etcétera y muchos etcéteras, y ya logró abrir.
Echándole ganas empieza a prosperar y cuando piensa que ya la hizo, llegan algunos desgraciados de tal o cual organización criminal –muchas veces son hamponcetes que se adjudican la “marca” y le exigen su “impuesto criminal”, aunque el gubernamental ya lo haya pagado.
Y si aún le quedan ganas y se resigna a pagarle al gobierno los impuestos oficiales y a los delincuentes su cuota criminal por dejarlo trabajar ¿qué cree?
Otro grupo de hampones más miserables que los anteriores, pues se aprovechan de su cargo para delinquir, posiblemente protegidos por funcionarios de mayor nivel, llegan a exigirle más y más dinero a usted, cuyo pecado es ser honrado, trabajador, luchón.
¿No le parece que de plano es no tener nada, pero nadita de madre? ***QUIEN ABUSA DE SU PODER, OLVIDA QUE SE LE ACABARÁ, PERO LOS AGRAVIOS PERDURARÁN.***AU REVOIR.
joebotlle@gmail.com
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