***¿Premeditada incapacidad en los crímenes de Ximena y José?
José SÁNCHEZ LÓPEZ
A 20 días de ocurrida la doble ejecución de XIMENA GUZMÁN CUEVAS y JOSÉ MUÑOZ VEGA, secretaria particular y asesor de CLARA BRUGADA MOLINA, jefa de Gobierno de la CDMX, ocurrida en la colonia Moderna, Alcaldía Benito Juárez, la fiscalía capitalina no ha esclarecido los hechos.
Eso sí, le bastaron a la fiscal, BERTHA MARÍA ALCALDE LUJÁN, menos de 48 horas, para descartar líneas de investigación y establecer el móvil de los asesinatos.
Afirmó que tras un análisis policial preliminar, elaborado por un grupo de expertos llegó a sólidas hipótesis de investigación que los llevó al entorno “laboral y personal” de las víctimas, por lo que descartó diversos móviles del crimen.
“No fue un intento de robo, tampoco hay huellas de que fuera orquestado, planteado o financiado por algunos de los más de 60 grupos criminales que se disputan el control de la venta de drogas y extorsión en la ciudad capital”.
“La meticulosa planeación y ejecución del asesinato de los funcionarios, apunta a un probable ataque político, relacionado con grupos enemigos de la 4T y la actual administración”, ya sabe usted, conservadores, enemigos de la transformación.
Pero después resbala que no tiene claro el por qué o cuál es el objetivo final, pero queda abierta la posibilidad que es un asesinato político.
Y los sagaces sabuesos de BERTHA MARÍA fueron más allá,
“En el caso hubo una planeación exhaustiva, se utilizó un arma de fuego con silenciador, “limpia”, sin registro en otro crimen, el sicario en todo momento usó guantes, tenía una suerte de pasamontañas color carne, por lo que su rostro, con la visera del casco de motocicleta levantada, no es nítido y no sirve para compararlo en la base de datos de criminales”.
Sin embargo, no dan una razón que sustenten que se trata de “un crimen político para afectar la 4-T”.
A ver, mis perspicaces y agudos investigadores transformados, hay les van unos tips a ver si se les prende el foco y enderezan sus pesquisas,
JORGE ENRIQUE TERÁN, servidor público adscrito a la Subdirección del Sistema Penitenciario de la CDMX, auto-exiliado en Estados Unidos, hizo tremendas declaraciones al magazine norteamericano, Los Ángeles Press, en las que denunció una red criminal penitenciaria que podría arrojar luz al caso.
Antes de continuar, es necesario aclarar que la Dirección de Reclusorios, a la postre Subsecretaría del Sistema Penitenciario, desde los tiempos del Palacio Negro de Lecumberri y mediados de la década de los setenta del siglo pasado, maneja y controla la gigantesca y millonaria economía “subterránea” que genberan las cárceles capitalinas.
Funcionarios y nombres cambian, pero la corrupción es endémica y las prácticas siguen siendo las mismas.
El pase de lisla, visita íntima, flujo de drogas, alcohol, prostitución, cobijas, almohadas, pase de alimentos, celdas, privilegios y sobre todo protección, que es lo más caro, hay que pagar.
Todo cuesta en la cárcel. El amanecer vivo y no lastimado es casi un milagro.
Pero volvamos con JORGE, que estaba adscrito precisamente a la Subdirección del Sistema Penitenciario.
Dijo al rotativo angelino que en 2024 se negó a entregar un cargamento de droga al interior del Reclusorio Norte y a regresar una camioneta cargada con cajas de dinero.
En una llamada a su superior, fue enfático: “Por ninguna circunstancia entro al reclusorio por la aduana de vehículos. Yo gano tres pesos y no me voy a arriesgar”.
Dejó las llaves puestas y se marchó a su casa. La orden de llevar la camioneta, propiedad del gobierno, había sido de la secretaria particular de CLARA.
Su negativa a cumplir la orden marcó un punto de quiebre en una estructura de poder que, según JORGE, se sostenía mediante amenazas, favores y lealtades obligadas, pues quien había dado la orden no era una funcionaria menor: tenía acceso directo a la jefa de Gobierno, junto con JOSÉ, que formaban parte del círculo cercano a CLARA.
Antes, a principios de agosto de 2024, JORGE descubrió que estaban amueblando con lujo el dormitorio 3 del Reclusorio Norte para un líder de la Unión de Tepito.
Dijo que con frecuencia le pedían que hiciera diferentes traslados a los reclusorios de la Ciudad de México. Formaba parte de sus rutinas para lo que le destinaron la camioneta Ford Ranger, placas 7552CL, propiedad de la misma Subdirección.
Sin embargo, cuando le dio la orden un subdirector del penal para ir a recoger unas cajas a una dirección en Ecatepec y qué las trasladara al reclusorio norte, “como un favor personal y que lo recompensaría generosamente, hasta con días de descanso.”, de momento aceptó pero ya sentía desconfianza.
Cuando llegó a la dirección empezaron a subir las cajas cerradas a la camioneta y les preguntó que traían.
El hombre le respondió qué mejor no preguntara, pero que tenía que entregarlasy regresar con dinero.
Ante la respuesta les dijo que no iba a trasladar esa droga al penal. La orden también la había dado XIMENA.
Como castigo por no obedecer, JORGE fue enviado a trabajar a un Centro Varonil de Seguridad Penitenciaria (CEVASEP) donde se encuentran los internos clasificados como de alta seguridad.
Hasta que finalmente decidió renunciar e irse a los EU.
Según JORGE, XIMENA operaba desde los tiempos en que ella y CLARA estaban en la alcaldía de Iztapalapa, cobrando el “diezmo para el movimiento”, incluso a trabajadores del gobierno local.
Pero lo fuerte ocurría en los penales.
“Lo que ella hacía era pasar la charola. Es una cultura que viene desde que estaba RENÉ ARCE CÍRIGO. Yo la vi. Iba y recibía dinero de los comandantes; iba y recibía dinero de los directores de los penales. Y era muchísimo, pero muchísimo dinero lo que se junta cada turno. Se lo llevaba en cubetas, maletas, botes de tamales, donde fuera, pero empezó a exigir cantidades de dinero cada vez más fuertes y la gente ya no aguantó”.
“Exigía cuotas exageradas, cuando ya había un arreglo previo y eso no lo toleraron los de adentro”.
El doble crimen se consumó. Hasta ahora permanece impune, pero ya saben que fue por motivos políticos, así que, aseguran, llegarán hasta el fondo; mientras, las extorsiones siguen en las 13 cárceles de la CDMX.***LOS MUERTOS NO HABLAN.***AU REVOIR.
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