Moisés EDWIN BARREDA
La fracción pensante y digna del pueblo, condensada en los casi 36 millones de votos que apabullaron a la derecha neoporfirista conservadora y su vocinglería, le dio a Morena licencia para recuperar el espíritu de la Constitución y cumplir sus propósitos fundamentales y fundacionales: beneficiar al pueblo y eliminar la corrupción institucionalizada,
Ese espíritu es el que le insuflaron los revolucionarios encabezados por José Francisco José Múgica Velázquez, pueblo al fin ellos mismos, imprimiéndole lo fundamental de las ideas con que Ricardo Flores Magón incitaba a los ciudadanos a luchar contra su opresor hasta recuperar dignidad y libertad individual y colectiva para decidir y emprender su propio destino.
Sorprendió a tirios y troyanos la concesión de esa licencia, que es la mayoría calificada del Congreso de la Unión que la propia Constitución establece condición indispensable para que se la reforme:
El gobierno popular la deseaba porque es necesaria palanca para recuperar el espíritu de la Constitución que la oligarquía empezó a desterrar con ahinco en 1970, según conclusión de constitucionalistas difundida por ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia, que ahora es instrumento de la propia oligarquía convertida en oposición.
La oposición, es decir la oligarquía, consciente de que su dócil candidata no estaba a la altura de la del gobierno popular, impulsó a su vocinglería a superar la campaña de lodo con que al comienzo del régimen intentó desacreditar a AMLO y, luego, demeritar a Claudia Sheinbaum, como recurso para la ciudadanía descalificara a ambos y así inducirla a votar por todos o casi todos sus candidatos a representantes populares y de las entidades de la Federación.
La victoria con que el pueblo ridiculizó a la oligarquía, su candidata y la campaña de infundios, calumnias e insultos de la vocinglería de lo los propios integrantes del grupúsculo que capitanea carlos salinas de gortari a través de su mozo claudio xoconoztle hijo.
Como he dicho: el triunfo fue tan aplastante e impresionante que en vídeo difundido minutos en seguida de que el INE lo divulgó –PREP—, la candidota Xóchitl Gálvez, flanqueada por los líderes panista y priísta, reconoció su derrota. Es evidente que dichos líderes la indujeron sin anuencia del xoco hijo, pues pocas horas después fue obligada desconocer públicamente la apabullante derrota y anunciar que la impugnaría.
También es probable que desoyendo a carlos salinas de gortari, el xoco hijo autorizó admitir la derrota a minutos de anunciada porque lo aplastante de la victoria, refrendo de la confianza popular, le confirmó que va para largo el régimen del Morena que el pueblo impuso en julio del 18 para instaurar realmente la democracia, y lo hizo para que se quede.
Ni duda cabe: la segunda etapa de la revolución ciudadana aceleró la putrefacción y eliminación de la oligarquía y sus asociados y ridiculizó tanto a ésta como a sus eco, su vocinglería, que son la clerigalla política, casi toda la prensa, los periodistas, los articulistas y los “periodistas” merolicos de radio y tv mercenarios de la información que tiene a buen sueldo, lo que es evidente por el entusiasmo con que difundían la campaña de letrina que armó.
Por cuanto a la espepcie “Claudio tiene mayor respaldo que AMLO”, es conseja difundida con mala fe, pues la diferencia de votos entre una y otro obedece a que millones de los nuevos ciudadanos, la juventud, contrarió a la oligarquía optando por la continuación del proyecto de nación instituido por López Obrador.