Norma L. Vázquez Alanís
Hace medio siglo un modelo innovador llegó a modernizar el sistema educativo mexicano: la telesecundaria, cuyo objetivo era llevar la enseñanza media a los adolescentes de las zonas rurales o de difícil acceso y a poblaciones suburbanas marginadas de la República Mexicana.
Hoy la telesecundaria -que comenzó con seis mil 500 alumnos- atiende a más de 106 mil 500 en mil 43 planteles del territorio nacional (datos del Inegi correspondientes al ciclo escolar 2016-17) y se mantiene como una opción para las comunidades campesinas, pero también para jóvenes citadinos con problemas para adaptarse al sistema tradicional.
Así, la telesecundaria, fundada en 1968 por el entonces director de Educación Audiovisual de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Álvaro Gálvez y Fuentes (Ciudad de México, 1918-1975), se ha consolidado entre los mexicanos en edad de cursar ese nivel de enseñanza.
Gálvez y Fuentes fue un incansable promotor de la alfabetización y desde el Departamento de Educación Audiovisual -que dirigió de 1964 a 1970- impulsó el aprovechamiento de la radio y la televisión con fines educativos; con el novedoso modelo de la telesecundaria buscó brindar una alternativa de bajo costo a la demanda de educación en este nivel, en zonas donde no se contaba con escuelas formalmente establecidas.
Destacó tanto en el ámbito de la educación como en las letras y el periodismo, y será objeto de un homenaje el próximo 22 de febrero en el Centro Cultural Teopanzolco, en Morelos, por su obra al frente de la mencionada dependencia gubernamental. Hay además el propósito de celebrar el centenario de su nacimiento el 27 de octubre.
“El Bachiller’, como lo bautizó el concesionario de televisión Emilio Azcárraga Vidaurreta, estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México en la década de 1930, trabajó como locutor en Radio Educación y más tarde en la XEW, donde creó los programas ‘El colegio del amor’, ‘El diario relámpago del aire’ y ‘Reportero de guardia’, así como una de las series más exitosas de la radio: ‘Ahí viene Martín Corona’. Igualmente fue pionero de la televisión mexicana, con la conducción de los programas ‘Los catedráticos’ y ‘Encuentro’.
Gálvez y Fuentes fue profesor de Literatura en la UNAM, creó y dirigió la agencia de noticias Informex y una agencia de publicidad, así como la carrera de Ciencias y Técnicas de la Información en la Universidad Iberoamericana. Fue redactor en la revista ‘Tiras de colores’ y dirigió, al lado de Ismael Rodríguez, la película ‘Mexicanos al grito de guerra’ sobre la historia del Himno Nacional; escribió guiones cinematográficos en las décadas de 1940 y 1950.
La trayectoria de Gálvez y Fuentes es muy vasta pues fue miembro de la Academia Nacional de Historia y Geografía (ANHG), de la Asociación Nacional de Locutores (ANL), de la Asociación de Periodistas de Radio y Televisión (Ampryt), así como de la Organización de las Naciones Unidas para le Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y estuvo al frente del Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE).
Con el surgimiento de las nuevas tecnologías, el sistema de telesecundaria está plenamente consolidado a través de una metodología que tiene como elementos fundamentales el docente, las clases televisadas y las guías de aprendizaje. Este modelo mexicano ha sido exportado a países como El Salvador, Guatemala, Panamá, Costa Rica y Estados Unidos.
La señal enviada por la Dirección General de Televisión Educativa a través del satélite de la Red Edusat, llega a televisores instalados en las aulas, donde se transmiten programas para cada grado. Actualmente abarca 36 mil 498 puntos o centros de recepción satelital, de los cuales más del 50 por ciento están destinados al nivel de secundaria.
Actualmente las telesecundarias trabajan con el modelo por competencias, con el cual se pretende formar alumnos autónomos que sean capaces de desarrollar sus habilidades en el aprendizaje, ya que cuentan con la televisión y la presencia de un maestro. Este sistema tiene mayores recursos pedagógicos que la enseñanza tradicional, lo cual según los pedagogos hace que el estudiante tenga un amplio criterio educativo independiente.
