viernes, marzo 29, 2024

“Sheva” cumplió sus sueños en el Milan y en el Chelsea

Luis Alberto García / Kiev

 

*Cañonero sin igual, fue la estrella mayor del Dínamo de Kiev.

*Marcó tres goles al Barcelona en la final de la Liga de Campeones de 2002.

*Dejó Ucrania por Italia, cuando ya no existía la Unión Soviética.

 

Como Oleg Blokhin, artillero y máximo referente del futbol ucraniano y soviético en la década de 1970, ganador del “Balón de Oro” europeo, Andriy Shevchenko demostró ser uno de los depredadores del área más letales de los primeros años del siglo XX.

Llegó al futbol italiano en 1999, tras haber conquistado cinco Ligas consecutivas con el Dinamo de Kiev, y fue en ese club de uniforme blanco y azul donde llamó la atención de los grandes y ricos equipos de Europa.

El llamado de atención de ese futbolista nacido el 29 de septiembre de 1976 en Dvirkivshchyna, Ucrania –entonces parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)-, ocurrió en noviembre de 1997, cuando hizo tres anotaciones en un partido de la Liga de Campeones nada menos que al Barcelona, enfrentamiento en el que los llamados Bilo-Syni ganaron 4-0.

Esa memorable actuación en el Camp Nou le abrió las puertas del Milan del magnate y político Silvio Berlusconi, donde se convirtió en el máximo goleador del club rojinegro en su primer año, sumándose otro momento importante en la carrera de “Sheva” en la Final de la Liga de Campeones 2002-03 contra el Juventus: superó la meta Gianluigi Buffon y marcó el tiro penal que le dio la victoria a los milaneses.

“Sabes que puedes cambiar el destino, sientes todo, mientras por tu cerebro pasa toda una vida al recorrer el campo, tomar el balón y disparar”, comentó ese día el atacante, quien en 2006 –tras siete años en el Milán-, emigró a Inglaterra con el Chelsea por 45 millones de euros pagados por el multimillonario ruso Roman Abramovich, quien adquirió por esa cantidad al multicampeón de Ligas, Copas y torneos de la mayor relevancia en el mundo.

Para él, no tuvo la mayor importancia esa cifra,  pues siempre –dijo- pensó en el futbol y no en el dinero, concentrándose en darle al club el 100% de sus virtudes y habilidades, negando que hubiera favoritismo por parte de Abramovich, sin que sus compañeros actuaran de modo diferente ante ese rumor.

Fue evidente que el magnate petrolero desempeñó un papel fundamental para ficharlo; pero “Sheva” siempre restó importancia a todo eso, pues Abramovich jamás tuvo preferencias especiales por nadie, sosteniendo la misma relación con todos sus compañeros, con un óptimo ambiente en el interior del vestidor de Stanford Bridge.

Y aunque consiguió un par de logros nacionales en la Premier League inglesa y 48 goles, el ucraniano no logró mantener el nivel que mostró en Italia y regresó en 2008 a ese cuadro que le dio fama y fortuna; pero antes de jugar sus últimas tres temporadas como profesional con el Dinamo de Kiev hasta su retiro en 2012, vivió una segunda etapa con los azules londinenses, jugando solamente un partido.

A los 33 años no se puede estar calentando la banca, necesitaba jugar más y regresó al club que lo formó, sin que el director técnico del Chelsea, Carlo Ancelotti, pusiera obstáculos a su salida: “Sentí que tenía la suficiente fuerza para seguir jugando con calidad”, declaró en 2009, para volver a su patria y anotar 64 goles más, hasta su retiro definitivo tres años después.

“Sheva”, con sus goles infaltables, llevó a la selección nacional ucraniana al Campeonato Mundial de Alemania en 2006, en donde alcanzó los Cuartos de Final, fase en la que fueron eliminados por la poderosa Italia, con el inconveniente de que antes había caído 4-0 ante España en su debut.

Aún así, Ucrania venció a Arabia Saudita, a la que acribilló en cuatro ocasiones, una de ellas con un remate de cabeza de Shevchenko, para, cuatro días después, marcar el penal que le dio el triunfo sobre Túnez, logrando así los dos únicos tantos mundialistas de su increíble carrera.

Antes de anunciar su retiro de las canchas para unirse a la organización “Ucrania Adelante” y dedicarse a la vía política de su país, como lo hizo Gianni Rivera -subcampeón mundial con Italia en México 70, quien llegó a ministro de Defensa de Italia-, “Sheva” defendió por última ocasión la casaca de su representativo en la Eurocopa 2012.

En esa competencia, en la que Ucrania fue coanfitrión con Polonia, los amarillos fueron eliminados en la fase grupos, tras caer ante Francia e Inglaterra; pero, contra Suecia, Andriy marcó un par de cabezazos que le dieron la única victoria a su equipo en el torneo inaugurado en 1960, con la URSS como primer monarca continental.

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