Por: José Cruz Delgado
Raúl Morón como legislador poco o casi nada hizo por los michoacanos
Raúl Morón Orozco, presidente municipal de Morelia ya se echó un broncón con los morelianos, pues resulta que se comprometió que en tres meses ya no habrá baches, herencia maldita que dejó el ex edil independiente Alfonso Martínez Alcázar.
Prometer no empobrece dice el refrán, cumplir es el problema y Morón Orozco tiene otras prioridades en mente como buscar la candidatura al gobierno de Michoacán por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y todo lo que prometió lo cumplirá a medias, si es que cumple algo.
Ha probado las mieles del poder durante muchos años y en su mente cruza la idea de llegar a ser gobernador de Michoacán, eso ni duda cabe, pues ya dio los primeros pasos rumbo a la candidatura formando alianzas con ex gobernadores, sobre todo del PRI y del PRD y andará muy ocupado, pero seguramente será su equipo de trabajo quien dé la cara a los problemas que aquejan a la capital michoacana, algo que no será fácil luego que Poncho Martínez la dejara casi en ruinas en todos sus aspectos.
Se antoja difícil que el alcalde cumpla sus compromisos contraídos en su campaña con los morelianos, sobre todo en lo que se refiere a la seguridad que es una de las demandas principales, y para iniciar, recibió línea del Virrey Roberto Arzola para que no firmara el Mando Único, pero téngalo por seguro que más adelante, cuando ya no pueda con el paquete, al igual que lo hizo Poncho Martínez tendrá que pedirle “chiche” al gobernador Silvano Aureoles Conejo, y la negativa de no firmar ese acuerdo indica que el tema ya fue partidizado.
A los morelianos no les interesan las diferencias entre partidos políticos, sino resultados positivos y el alcalde de la “casualidad” debe tomarlo muy en cuenta, y se dice de la casualidad porque jamás esperó ganar la elección. Debe enfocarse directamente en la problemática por la que atraviesa Morelia y dejar sus ambiciones políticas para después y no vaya a caer en lo que cayó Poncho Martínez, que antepuso su interés personal al interés de los morelianos y como era de esperarse, caro le cobraron la factura, y perdió.
Se insiste en dedicar la mayor del tiempo en buscar la candidatura va a fracasar, primero debe cumplirle a la sociedad, a los que votaron por él, que en realidad no fueron muchos, pero al final de cuentas ganó, además algunos opinan que no tiene tablas para ser gobernador, pues ha sido diputado local, federal y senador y jamás hizo nada por Michoacán, y siendo sinceros, votaron por él fue por las circunstancias, por darle la contra a Poncho Martínez por su gobierno fallido, fue por Andrés Manuel López Obrador, por candidatos débiles con los que compitió, no por sus méritos, es por eso que le llaman el presidente municipal de la “circunstancia”.
Si no se pone las pilas le va a fallar a los morelianos, que no es nada nuevo, va a fracasar en su proyecto político, pues Morelia es la joya de la corona, al menos eso dicen los políticos y si quiere ser candidato al gobierno del estado debe trabajar muy duro en la capital michoacana, ganarse la confianza y después ir por su ambición de poder.