Por: José Cruz Delgado
La refundación del Partido Revolucionario Institucional es imprescindible, no hay vuelta de hoja, y si quiere ser lo que antes fue debe abrirse a los procesos democráticos, que la militancia decida quienes quieren que sean sus dirigentes y hacer de lado las “pandillas” políticas como los Chones, los Tinocos y los Chuchos, de otra manera seguirán los mismos vicios, el mismo cochinero de siempre.
Dichos grupos deben hacer de lado sus intereses personales, porque además le han hecho mucho daño al tricolor porque se sienten imprescindibles, sienten que sin ellos el Revolucionario Institucional no avanza, pero están equivocados, si ha retrocedido es por su culpa porque se quieren apoderar de él.
Muestra de ese retroceso es la contundente derrota que sufrió el pasado 1 de julio cuando la dirigencia nacional a través de terceros se apoderaron del PRI e impusieron candidatos a su arbitrio, nunca pensaron en la militancia sino en sus objetivos personales.
Víctor Silva Tejeda, presidente del PRI en Michoacán, pese a lo que digan sus detractores ha dado ejemplo de vocación democrática, abrió los procesos internos a las bases para que fueron ellos quieres decidieran su propio destino, sus propios dirigentes, hizo una estructura jamás vista, tenía todo para sacar el proceso electoral con los mejores hombres y mujeres pero su trabajo lo echó abajo la dirigencia nacional en contubernio con las “pandillas” internas.
Hoy está en una nueva etapa de recomposición, la dirigencia estatal no ha dejado solos a los municipios surgidos del PRI y la pregunta es: ¿dónde están aquellos que se sintieron en su momento salvadores del tricolor?
¿Dónde están los perdedores del PRI?
Después de la derrota del 1 de julio ni siquiera han dado la cara, se han ocultado y han abandonado el barco dejando solo a su Capitán Víctor Silva Tejeda que sigue trabajando sin descanso tratando de limpiar el “cochinero” que le dejaron después de la elección, como dicho el dicho “ahora le tocó bailar con la más fea”, sin embargo no se rinde y sin o con las “pandillas” sigue haciendo un trabajo digno al frente de su partido junto con su equipo.
Después de la elección pasada los mismos “pandilleros” hicieron correr la versión que él era responsable de la derrota, sin embargo, los militantes y simpatizantes no se tragaron el cuento, supieron perfectamente quiénes fueron los responsables y en la actualidad siguen confiando en su Capitán y le están respondiendo mientras que otros se encuentran ocultos en las sombras.