lunes, noviembre 25, 2024

Salvador Novo, un provocador y magnífico escritor

“De los augures y cantores de la dicha y de la magnificencia de la nueva Tenochtitlan, ninguno tan destacado como Salvador Novo (1904-1974). Poeta de primer orden, personaje público captado a través de la sorna y la admiración, director y autor de teatro, publicista, epigramista, Novo en la crónica y en la actitud, personaliza la creencia en la buena suerte de la ciudad y de su élite”.

Carlos Monsiváis. Fragmento del prólogo de Nueva Grandeza Mexicana, para la edición de 1992

 

CIUDAD DE MÉXICO, 30 de julio (AlMomentoMX).— Reconocido por su prosa hábil, rápida y picardía al escribir, Salvador Novo fue uno de los poetas, ensayistas, dramaturgos e historiadores más reconocidos en México en el siglo XX. Desafió y perturbó a la sociedad porfirista con la forma de expresar su homosexualidad.

Novo incursionó con éxito en casi todos los géneros literarios. Sobresalen sus crónicas, poemas y obras de teatro. Fue nombrado oficialmente como Cronista de la Ciudad de México en 1965. Crítico mordaz, polémico. Se debatió con casi todos los intelectuales de su época, muchos de los cuales, a falta de argumentos, recurrieron a atacarlo por su homosexualidad, la cual ostentaba como le venía en gana.

Amar es este tímido silencio
cerca de ti, sin que lo sepas
y recordar tu voz cuando te marchas
y sentir el calor de tu saludo.

Salvador Novo

Novo es un escritor que de muy niño empieza hacer de las letras una profesión. Nació el 30 de julio de 1904, en pleno Porfirismo. Falleció el 13 de enero de 1974, en la capital mexicana. “En mi niñez, manifesté ciertos rasgos que después se transformarían en estereotipos de mi conducta”, afirmaba el poeta, quien aunque no fuese el primer homosexual en México, sí fue uno de los primeros personajes públicos en manifestar su preferencia sexual y ser respetado (en una sociedad machista, en donde era inimaginable expresar conductas diferentes a la heterosexual).

Novo era un hombre consciente de su imagen, tremendamente provocador”, afirma el historiador Álvaro Matute. “Fue un provocador con una conducta que estaba en él, y que al convertirla en provocación le daba el sustento de la legitimidad de la valentía”, señaló, en su momento, el cronista Carlos Monsiváis, quien escribió Salvador Novo. Lo marginal en el centro.

Pionero de una homosexualidad belicosamente reconocida y asumida, Novo, es uno de los escritores más complejos y contradictorios del siglo XX en el mundo de habla hispana. Prosista excelente, poeta de obra breve, director de teatro, dramaturgo, experto en gastronomía. Sin embargo, el escritor, en su época, fue víctima de toda clase de comentarios tanto elogiosos como despreciables. Con el ingenio literario y con la demostración reiterada de su talento, Novo resiste el acoso, y al hacerlo, ofrece un testimonio único sobre la implantación de espacios de la diversidad en una  sociedad que ni siquiera la concibe” (Erick Salazar Salgado, en Salvador Novo, vivir en closet de cristal cortado)

Salvador Novo participó activamente en la renovación de la literatura mexicana, pues formó parte del grupo Contemporáneos, fundado en 1928 y donde militaban figuras de la talla de Jaime Torres Bodet, Bernardo Ortiz de Montellano, Enrique González Rojo, José Gorostiza, Carlos Pellicer, Gilberto Owen, Jorge Cuesta y Xavier Villaurrutia.

Un artículo de La Jornada se menciona que “con su literatura, [Salvador] dinamita en varios sentidos las buenas conciencias, conduce a la desestabilización del culto machista”. Lo cual le valió muchas críticas, incluidas las del muralista Diego Rivera, quien hizo un ensayo llamado  “Arte puro: puros maricones”, en el que menciona a Novo.

“En México hay ya un grupo incipiente de seudo plásticos y escribidores burguesillos que, diciéndose poetas, no son en realidad sino puros maricones”:

Diego Rivera

De Novo se decía que fue “el homosexual belicosamente reconocido y asumido en épocas de afirmación despiadada del machismo”. Su sátira le fue reconocida como la “salida del clóset más provocadora de la literatura de habla hispana”, según Carlos Monsiváis. En tanto, el poeta Juan Carlos Bautista afirmó que Novo abrió un camino enorme hacia la visualización de los deseos que eran satanizados en esa época.

Sí quieren conocer más de Novo, pueden leer La estatua de sal, una autobiografía (inconclusa y publicada varios años después de su muerte) en donde hay una exposición de sus experiencias sexuales desde la infancia  y juventud, y de cómo cambió la escena en una sociedad machista. Salazar Salgado señala: “Lo que fue ‘vulgaridad indecible’ reaparece hoy como un valioso testimonio del cambio de costumbres y del ser excepcional que, sin programa explícito, aceleró cambios sociales. Además de construir un importante legado para la vida cultural de México”.

Pienso, mi amor, en ti todas las horas…

Pienso, mi amor, en ti todas las horas
del insomnio tenaz en que me abraso;
quiero tus ojos, busco tu regazo
y escucho tus palabras seductoras.

Digo tu nombre en sílabas sonoras,
oigo el marcial acento de tu paso,
te abro mi pecho —y el falaz abrazo
humedece en mis ojos las auroras.

Está mi lecho lánguido y sombrío
porque me faltas tú, sol de mi antojo,
ángel por cuyo beso desvarío.

Miro la vida con mortal enojo,
y todo esto me pasa, dueño mío,
porque hace una semana que no cojo.

Salvador Novo

 

AM.MX/dsc

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