jueves, noviembre 21, 2024

“Rusia ha salvado el equilibrio del mundo”

Rajak B. Kadjieff / Moscú, Rusia

*Juicios de Henry Kissinger sobre Putin y Rusia.
*Exposición de razones respecto al gran rival de EU.
*En serio y en broma, ideas diversas y sorprendentes-
*Apareció en Washington ante prensa la especializada.
*Planteamientos variados en su última charla antes de morir.
“Vladímir Putin es un personaje de Dostoievski”.

Antes de morir en Kent, Connecticut, el 29 de noviembre 2023, Henry A. Kissinger, secretario de Estado de Estados Unidos durante la administración de Richard M. Nixon, quien con sus acciones en nombre de la Doctrina de Seguridad Nacional, y que mediante golpes de Estado provocó estragos en América Latina, compareció en Washington ante corresponsales de diferentes nacionalidades e hizo declaraciones sobre Rusia y las relaciones entre ambos países.
A pocos meses de cumplir un siglo de edad, tuvo ideas claras y definidas respecto al país eslavo; pero mediante una aproximación poco ortodoxa, que se muestra en algunas de sus expresiones -en serio y en broma- más elocuentes y desafiantes sobre el pasado y el presente de Rusia.
Por ejemplo, sobre la disposición de los rusos para pasar hambre si era necesario, recordó que Rusia fue construida por una élite que mantuvo el régimen de servidumbre hasta 1861, que encarcelaba a los presos en Siberia y en el Lejano Oriente ruso, confinándolos a campos de trabajo infames y sin retorno.
Kissinger rememoró una frase de los zares que proclamaban: “Esta tierra pantanosa será la ciudad de Odessa o la ciudad de San Petersburgo, y en parte eso se mantiene debido a una especie de relación mística con sus dificultades y su visión. Hay que recordar además, que los rusos sobrevivieron siglos bajo el yugo de la Horda de Oro de los mongoles”.
Opinó que el rey Carlos XII de Suecia entró en Rusia a principios del siglo XVIII, porque pensaba que sería fácil imponer un gobernante sueco en Moscú; “Lo que encontró fue la resistencia de los campesinos rusos, que quemaban sus propias cosechas para negar comida a los invasores, como ocurrió en 1812, cuando Napoleón Bonaparte invadió Rusia”.
Como secretario de Estado y luego como consultor independiente, catedrático y autor de varios libros clásicos de geopolítica y economía mundiales, Kissinger, de origen judío-alemán, tuvo enorme influencia sobre la política internacional.
En su última aparición pública dejó claro que, durante siglos, los miserables del campo y de las ciudades preferían morir de hambre antes de dejar que se apoderaran de Rusia, un país cuyas raíces, costumbres, lugares y gentes trató de conocer a profundidad.
“Bonaparte había conquistado casi toda Europa, pero no había visto nada perecido: “Sus tropas se vieron obligadas a ir hacia de vuelta a Francia para poder sobrevivir, a donde finalmente llegaron derrotadas”.
Nacido en Fürt, Alemania, el 27 de mayo de 1923 como Heinz Alfred Kissinger, ganador del Premio Nobel de la Paz por su papel en las negociaciones que propiciaron la salida de los estadounidenses y que pusieron fin a la guerra de Vietnam, no duda en admitir con reticencia que, el 8 de mayo de 1945, la Unión Soviética salvó al mundo al tomar Berlín.
Pocos países en la historia han comenzado más guerras o han causado más agitación que Rusia, debido a su eterna búsqueda de seguridad y estatus; sin embargo -dijo Kissinger-, también es cierto que en momentos o coyunturas críticas como ésa en que Rusia ha salvado el equilibrio del mundo.
Eran -añadió el ex consejero presidencial naturalizado estadounidense- fuerzas que trataban de desestabilizarlo, y expuso cuatro casos: de los mongoles en el siglo XVI, de Suecia en el siglo XVIII, de Napoleón en el siglo XIX y de Hitler en el siglo XX.
En el período contemporáneo, Rusia será importante para superar al islam radical, en parte porque es el hogar de unos veinte millones de musulmanes, particularmente en el Cáucaso y a lo largo de la frontera sur de Rusia. Rusia también será un factor en el equilibrio de Asia.
Sobre Rusia, Kissinger siempre opinó que “esa poderosa nación no se encontraba cómoda en ningún lugar”, aunque reconoció que, desde los tiempos de Pedro el Grande hasta los de Vladímir Putin, las circunstancias han cambiado; pero el ritmo que se ha mantenido es extraordinariamente constante.
Y agregó: “Rusia es una potencia euroasiática única, que se extiende a lo largo de dos continentes, pero que en ninguno de ellos se encuentra del todo a gusto, como en casa. Ha aprendido su geopolítica de la dura escuela de la estepa, donde las hordas nómadas del pasado luchaban por los recursos en un terreno abierto con pocas fronteras fijas”.
En una retrospectiva a propósito de los años en que se desempeñó como jefe de la diplomacia de Washington, Kissinger habló sobre Leónid Brézhnev como precursor de Mijaíl Gorbachov: “Mirando al pasado, me parece que Brézhnev fue como una especie de precursor de Gorbachov. No quería conflictos. Fue elocuente al decir estas cosas. Quería rebajar la tensión con la Casa Blanca”.
Refirió que “desgraciadamente, cuando estábamos en condiciones de hacerlo, se dio un debate público en el que todos los aspectos de la llamada distensión se volvieron polémicos. Siempre he considerado a Brézhnev como el que realmente quería explorar una relajación de las tensiones, en parte porque en ese momento se le hacía evidente para el mantenimiento de su sistema”.
Con casi un cuarto de siglo en el Kremlin, Henry Kissinger habló sobre Vladímir Putin como personaje novelesco, por ejemplo de Fedor Dostoievski, uno de los grandes genios de la literatura universal.
“Putin es un personaje de Dostoievski. Es un hombre con un gran sentido de conexión y con una fuerte conexión interna con la historia rusa, tal como él la ve. Es un frío calculador de los intereses nacionales rusos, tal y como él los concibe”
Y señaló con agudeza que Putin cree, probablemente de manera correcta, que tiene unas características singulares. “Así que para él, la cuestión de la identidad rusa es un aspecto crucial, porque debido a la caída del comunismo Rusia ha perdido cerca de tres siglos de historia y entonces surge la cuestión de qué es Rusia”.
De inmediato respondió con brevedad y se hace una nueva pregunta: “Es un problema que nosotros nunca hemos tenido, porque rusos y estadounidenses han mantenido un fuerte antagonismo. ¿De dónde viene el antiamericanismo ruso?

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