Rajak B. Kadjieff / Moscú, Rusia
*Respuesta al intento de atentado contra Putin.
*Decisión tras el ataque con drones contra el Kremlin
*Es por orden del Comité Nacional de Investigación.
“Se inició una causa penal en virtud del artículo 205 del Código Penal de Rusia -acto terrorista- por el intento del régimen de Kiev de atacar con vehículos aéreos no tripulados la residencia del presidente de la Federación de Rusia”, informó el Comité Nacional de Investigación en su canal de Telegram.
La noche del 2 al 3 de mayo, los militares y servicios especiales de Rusia lograron inutilizar dos drones con el uso de sistemas de guerra radioelectrónica sobre la residencia del líder ruso en el territorio del Kremlin.
El Kremlin calificó el ataque frustrado como “un atentado terrorista planeado e intento de magnicidio contra el presidente de la Federación de Rusia”, ante lo cual Moscú consideró que no puede haber negociaciones con el gobierno de Kiev tras ese ataque.
Por su parte, las autoridades ucranianas negaron ser responsables de esa agresión con drones contra la residencia del presidente ruso, suceso que provocó que se decidiera prohibir a partir de ese día los vuelos de ese tipo de aparatos en Moscú.
De inmediato, Rusia acusó a Kiev de atacar el Kremlin para intentar matar a Putin, quien dormía fuera de la capital; pero el gobierno anunció que se reserva ba el derecho de responder; pero no explicó cómo llegaron esas aeronaves sin ser detectadas.
Salvo una captura de video del momento en que un dron fue derribado dentro de los muros del Kremlin, no hay otra prueba del hecho, que el gobierno ruso denunció luego de informar que Putin había sufrido “un intento de magnicidio, mediante un ataque con drones en el Kremlin”.
Por otra parte, atribuyó la autoría a Ucrania, que la negó de inmediato, advirtiendo que se preparaba para aplicar represalias ante la acusación emitida en un comunicado por la web oficial del área de presidencial de prensa, en el cual dijo que “el régimen de Kiev intentó golpear con vehículos aéreos no tripulados la residencia oficial del presidente de la Federación Rusa”.
No se detalló cómo pudieron dos aditamentos partir supuestamente desde Ucrania y alcanzar el corazón de Rusia, sin ser detectados, y .según la Presidencia rusa, “dos drones se dirigían al Kremlin” y “como resultado de las acciones oportunas tomadas por los servicios militares y especiales que utilizan sistemas de lucha radioelectrónica, los dispositivos fueron inutilizados”.
Los drones y sus fragmentos cayeron no obstante en el recinto del Kremlin, sin que causaran víctimas ni daños materiales, aseguró.
En víspera del Día de la Victoria sobre la Alemania nazi, el Kremlin informó que consideraba “estas acciones como un ataque terrorista planificado y perpetrado en vísperas del Día de la Victoria y del desfile militar del 9 de mayo, en el que está prevista la asistencia de invitados extranjeros”.
El único presidente extranjero que confirmó su asistencia a la celebración en la Plaza Roja fue el jefe de Estado de Kirguistán, Sadir Zhapárov.
El Kremlin aseguró que Putin “no resultó herido” y que “continúa trabajando como de costumbre”, trabajando desde San Petersburgo en una reunión en su residencia campestre de Novo Ogariovo, donde se reunió con un gobernador de una de las regiones rusas.
La Presidencia advirtió que Rusia “se reserva el derecho a tomar medidas de represalia donde y cuando lo considere oportuno”, mientras en Kiev, el asesor presidencial ucraniano, Mijailo Podoliak, rechazó las acusaciones de Moscú y recordó que el propósito del presidente Volodímir Zelenski es “liberar su propio territorio”, no “atacar a otros”.
“No tenemos información alguna sobre los supuestos ataques nocturnos contra el Kremlin”, aseguró Podoliak, y mostró su “extrañeza” por el tono utilizado por el “Estado terrorista”, en alusión a Rusia.
“Un acto terrorista es destruir viviendas en Dnipro y Uman o lanzar ataques con misiles contra la estación de Kramatorsk”, asevero Podoliak, citando tres objetivos recientes de los bombardeos rusos con decenas de víctimas civiles.
El presidente de la Duma o Cámara Baja de Rusia, Viacheslav Volodin, exigió el uso de armas capaces de “detener y destruir” el liderazgo de Kiev, al considerar que el intento de asesinato de Putin, denunciado por el Kremlin, “es un ataque a Rusia”.
“Exigiremos el uso de armas capaces de detener y destruir el régimen terrorista de Kiev”, escribió Volodin en su cuenta de Telegram, instando a calificar de “organización terrorista” al país que Rusia invadió militarmente en febrero de 2022.
El presidente de la Duma sostuvo que Zelenski, está “a la par de otros terroristas internacionales” por haber ordenado supuestamente “ataques terroristas” contra la residencia oficial de Putin en el corazón de Moscú.
“Los políticos de los países occidentales que están inyectando armas al régimen de Zelenski deben darse cuenta de que se han convertido no solo en patrocinadores, sino también en cómplices directos de actividades terroristas”, arremetió Mihailo Volodin, quien sostuvo que “no puede haber negociaciones” con Kiev.
El dirigente del Partido Rusia Justa, Serguéi Mirónov, consideró a su vez en un comunicado que el supuesto ataque ucraniano contra el Kremlin era un “casus belli” para “una guerra de verdad y la eliminación de la élite terrorista de Ucrania” a la cual no se cansan de definir, entre otros calificativos, de “neonazi”.