
SAO PAULO, 29 de junio (Al Momento).- De acuerdo con un sondeo difundido hoy, el apoyo popular a la mandataria cayó de 57 por ciento a 30 por ciento desde la primera semana de junio, debido a las masivas protestas callejeras que reclaman mejoras sociales y que continuarán mañana, día de la final de la Copa Confederaciones.
En marzo, Rousseff exhibía una popularidad de 65 por ciento, según Datafolha, y al menos hasta el inicio de las protestas figuraba como la favorita para ganar las elecciones presidenciales de octubre de 2014.
“Es grave para el gobierno, que está en un contexto complejo de dificultades con los movimientos sociales”, declaró el analista político André César, de la consultora Prospectiva en Brasilia. “Y esto debilita aún más a la presidenta, porque refuerza la presión de los aliados y también de la oposición, que aspirará a sacar provecho. Es el peor escenario posible”, afirmó.
Brasil, séptima economía del mundo, creció apenas un 0.6 por ciento en el primer trimestre de 2013 en relación al anterior. En 2012 se expandió 0.9 por ciento tras hacerlo 2.7 por ciento en 2011 y un fuerte 7.5 por ciento de 2010.
“Si la economía estuviera bien sería distinto, pero no es el caso”, añadió el analista. Con las protestas y las demandas sociales sobre la mesa, “ahora hay un cuadro radicalmente diferente que nadie imaginaba. Dilma ya no es la presidenta fuerte de hace unos meses”, planteó César.
“Rousseff tiene que recuperar la gobernabilidad y, a partir de ahí, pensar en la reelección”, añadió. Varias de las protestas terminaron con enfrentamientos entre manifestantes y policías.
Para la final de la Copa Confederaciones la noche de este domingo entre Brasil y España en el mítico Maracaná de Rio se han convocado varias protestas, que confluirán en una marcha hacia el estadio. “No sé si Brasil va a ser campeón, pero la Copa de las Manifestaciones ganará por goleada”, declaró al diario O Globo un manifestante.
Las protestas estallaron hace más de dos semanas a raíz del alza de las tarifas del transporte público, pero luego derivaron en un masivo reclamo en demanda de mejores servicios y más inversiones públicas en salud y educación.
Los cientos de miles de manifestantes que han salido a las calles de numerosas ciudades brasileñas también han cargado contra la corrupción y los millonarios gastos públicos en la organización de la Confederaciones y el Mundial-2014.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, aseguró el viernes que la Confederaciones ha sido una prueba “exitosa” y reiteró que no hay un “plan B” para organizar el torneo de 2014 en otro país.
En la inauguración de la Confederaciones hace dos semanas en Brasilia, la mandataria fue abucheada en el estadio. Este domingo para la final Rousseff no estará presente en el Maracaná, según ha reportado la prensa local. Hasta este sábado la agenda de la presidenta no contemplaba actividades para el fin de semana.
La Policía Militar de Rio movilizará seis mil efectivos dentro y fuera del estadio y un centenar de vehículos para la seguridad. Para hacer frente a las manifestaciones, la mandataria lanzó un plan para convocar a un plebiscito que dé pie a una reforma política, que adoptaría nuevas reglas para la financiación de campañas electorales, definiendo un nuevo sistema de votación y combatiendo las prácticas corruptas.
La presidenta ya cosechó el apoyo de la base aliada pero dejó pendiente una reunión con los líderes de la oposición, que se oponen a un plebiscito y consideran que la reforma debe ser enteramente decidida por el Congreso y sometida a un referéndum. Los partidos opositores acusan a Rousseff de “desviar la atención” con el plebiscito.
En el Legislativo se aprobó esta semana un paquete de medidas en respuesta a las protestas, como destinar las regalías del petróleo a educación y salud, incentivos para reducir el precio del transporte y el aumento de penas por corrupción. La mandataria se reunirá con más representantes de movimientos sociales la próxima semana, dijo hoy el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo.
El viernes, además, se entregó a la policía en Brasilia el diputado Natan Donadon, cuya prisión inmediata ordenó esta semana la Corte Suprema tras una condena de 2010 por malversación de fondos públicos. Las movilizaciones se han mantenido estos días. Las centrales sindicales ya anunciaron una jornada de movilización para el próximo 11 de julio.
AM.MX/fm