CIUDAD DE MÉXICO.- Según la “Ley de Residuos Sólidos”, en la CDMX, a partir del 1 de enero de 2020, se prohíbe el uso de bolsas de plástico; pero también se espera que, a partir, del 2021, se prohíba el uso de otros artículos fabricados total o parcialmente de plásticos, diseñados para su desecho después de un solo uso, excepto los que sean compostables.
Para el Dr. Guillermo Román Moguel, experto internacional en manejo de residuos y sustentabilidad, dicha acción es importante como primera medida, aunque sigue resultando insuficiente ante la cantidad de empaques y objetos de plástico de un solo uso que se desechan en la capital.
De acuerdo con el nuevo reglamento en la CDMX se deben utilizar bolsas compostables y “es posible que se descompongan más rápidamente que las biodegradables. “Pero lo que se debería de buscar es usar otras opciones como cucuruchos de periódico o de papel estrasa”, recomienda el experto.
El egresado de ingeniería metalúrgica por el IPN y doctor en procesos metalúrgicos por The University of British Columbia, Canadá, comenta en entrevista que el consumo de plástico en México es de alrededor de 8 millones de toneladas por año, del cual solo el 5% termina en el mar, por lo cual es indispensable concentrarnos en el otro 95 por ciento.
Po esta razón comenta que el uso de bolsas de papel es otra opción que la ciudadanía debe de considerar, pues minimiza el impacto del plástico al ambiente como residuo, “esto porque cuando nos parece que el plástico ya desapareció en realidad no desapareció sino que se desintegra en micropartículas que siguen conservando sus propiedades. Hasta el momento los científicos aseguran que no se puede prever cuál será el impacto de toda esta cantidad de plástico en el medio ambiente, para los seres vivos. El papel se desintegra más rápido de una forma más natural”.
Reducir, reciclar o reusar
“Para mí reducir el uso del plástico es la opción, desde luego reciclar, pero la clave es reducir”.
“La comodidad es el peor enemigo de la sustentabilidad” —sostiene el Dr. Román— “esto porque el plástico, al ser un material moldeable y económico, le facilita la venta a los comerciantes”.
“Y es que preferimos que nos den nuestro café en un vaso de unicel, para poder beberlo camino al trabajo”, por ejemplo. Pero tenemos que pagar un cierto costo, como sociedad; tenemos que sacrificar un poco de comodidad por hacer que el medio ambiente sea un poco mejor”, insiste.
En cuanto a los industriales, el experto en residuos peligrosos considera que es indispensable que en México, los empresarios también adopten la modalidad de responsabilidad extendida, que ya se aplica en Europa y países de América Latina; a fin de que se hagan responsables de su producto y de su empaque hasta el final de su vida; eso significa hasta que desaparezcan o se reintegren a la naturaleza.
“Esto ya sucede de alguna manera con el PET, que en México ya alcanza el 60% de su reciclaje”.
Sin embargo, el Dr. Román considera que los industriales también pueden contribuir a la reducción de uso de plástico desde sus procesos de producción; por ejemplo, reducir a través del diseño. “Sí lo pueden hacer y, de hecho, algunos ya están haciendo este tipo de ajustes: como que una botella que contiene 15 gramos de plástico ahora solo tenga 12 gramos y cumpla la misma función”.
¿De quién es responsabilidad el problema de la basura?
A lo largo de los años se le ha hecho creer a la ciudadanía que es la responsable de la basura, de los plásticos y de su mal uso; esto porque en nuestra “Ley General de Residuos” existe esta laguna que permite a los industriales evadir su responsabilidad.
“Definitivamente el que produce el plástico es el principal responsable de su recolección y reciclaje. Pero, también es una responsabilidad de todos, porque al final todos estaremos pagando las consecuencias de no hacerlo”.
En el tema de los productores; estos se dividen en dos grandes grupos: 1) Los que fabrican las resinas: el polietileno y el propileno, en grandes cantidades y, 2) el sector de los que producen artículos a partir de etas resinas.
El gobierno, por su parte, debería de emitir leyes que gestionen un sistema adecuado de manejo de residuos y su recolección, porque si se le deja libre albedrío a las empresas, estas optan por lo más rentable, como es el caso del PET, que a pesar de ser un caso de éxito en México solo representa el 5% del problema total de los residuos sólidos.
“Reciclar es importante, pero no es la solución, porque la parte más costosa es la recolección, acopio y segregación. Por esta razón es importante que la ley contenga la modalidad de responsabilidad extendida, para que las empresas se hagan responsables de sus residuos”.
“Los industriales tienen que buscar como reducir y como hacerse cargo de la cadena de recolección y acopio. Algunos ya lo están haciendo.”
Según el experto, el gobierno también podría considerar que no todo es prohibir, pues “a la gente hay que cambiarle un hábito por otro”. Recomienda poner en práctica algunas iniciativas que le faciliten a la ciudadanía participar activamente en el proceso de recolección y acopio. Por ejemplo, “los diferentes tipos de basura podrían tener un color distinto. De esta manera asignar un día de recolección para cada tipo de residuo”.
“La ciudadanía podría adquirir las bolsas para la recolección de basura y de esta manera pagar una parte del gasto”.
Como consultor para el programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), colaboré en un proyecto en la India, cuyo objetivo fue recoger el plástico del mas bajo valor de la basura de las casas. El piloto consta de 50 ciudades y ya llevan 32. En esta prueba se planea recoger 80 mil toneladas de plástico por año.
“Este tipo de proyectos en los que intervenga una organización internacional como la ONU se estarán implementando en República Dominica, Costa Rica, Paraguay y aquí en México, ya se está llegando a acuerdos con al sector privado, ya se le han hecho propuestas y las están analizando. Y son sistemas de recolección, acopio y segregación de plástico de la basura, distinto al PET, porque ese ya tiene su propio sistema de flujo”.
Los capitalinos también tenemos que colaborar para reducir el uso del plástico
Otras medidas además de la prohibición del plástico, debe ser poner más atención a la educación y concientización de la gente en la que, por una parte reduzca el uso y, que por otra, sustituyan el plástico con bolsas de papel o usar bolsas no desechables como las de tela, sugiere.
“Es indispensable que las personas sepan que la recolección de residuos es costosa y que la segregación es importantísima”.
Otras medidas que la sociedad debe implementar, de acuerdo con el experto, es elegir ropa más amigable con el medio ambiente, pues la ropa es la mayor productora de microplásticos en el mar. Esto porque en cada lavada se desprenden 3, 200 micropartículas plásticas.
“Las plantas de saneamiento de agua no lo reportan, pero estamos generando microplásticos, que además nos estamos comiendo. Esto sin mencionar los pigmentos que se usan al fabricar la ropa que pueden tener sustancias tóxicas. De ahí la importancia de utilizar ropas de fibras más naturales como el algodón”.
El principal objetivo es el consumo responsable del plástico, para que la ciudadanía sea cada vez más consciente de su huella ecológica.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), en la capital se generan alrededor de 13 mil toneladas de basura diarias, de las cuales, 8 mil 600 toneladas son enviadas a rellenos sanitarios y solo mil 900 toneladas se van al reciclaje.
AMX/TIV