Luis A. García
*Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica toman la delantera.
*Facilitar la circulación de una nueva unidad monetaria.
*Sería digital y parte de la transición financiera a ciertos pagos.
*Análisis de cooperación para el crecimiento y el progreso.
*China y Brasil, por decir adiós al dólar estadounidense.
*La anhelada participación global del grupo multinacional.
Desde Nueva Delhi, capital de India, se informó que el grupo BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- avanza hacia la creación de una nueva moneda para sustituir al dólar estadounidense, en un mundo que está cambiando, reconfigurándose de manera distinta.
En esa nueva reconfiguración -en percepción atinada, con razón absoluta y bajo argumentos inteligentes-, según conocedores del escenario internacional, esos cinco países, fundadores y protagonistas de notables acciones como el grupo BRICS, están tomando la delantera y el dólar pierde la batalla.
Según informó a fines de marzo de 2023 el vicepresidente de la Cámara Baja de Rusia, Alexander Babákov, la transición a los pagos en monedas nacionales es el primer paso, y el siguiente es facilitar la circulación de una moneda digital u otra forma completamente nueva: “El trabajo en ese sentido avanza”, dijo.
Esto lo destacó el legislador moscovita al margen del Foro de Negocios Rusia-India en la reunión titulada Cooperación por el progreso y el crecimiento, que tuvo a Nueva Delhi como ciudad anfitriona de numerosos invitados y delegaciones del empresariado internacional e indostánico
Alexander Babákov adelantó que el anuncio al respecto posiblemente se haga en la cumbre de líderes del grupo BRICS que se celebrará en agosto de 2023 en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, sin descartar que la quinteta de Estados instituya una nueva divisa.
“Eso es posible y es que el dólar y el euro no están respaldados por nada ni nadie. Nuestros países podrían restablecer lo que destruyó el sistema Bretton Woods”, indicó el legislador ruso, en referencia a la conferencia que puso fin al patrón oro.
Babákov consideró que la moneda puede estar respaldada no solamente con oro, sino también con otros metales, como las tierras raras, materiales cruciales para los productos tecnológicos, o extensiones de territorio y otros.
En una cita conjunta, también representantes políticos firmaron un acuerdo comercial entre China y Brasil mediante el cual, sin duda y dando la razón a los especialistas internacionales, le dicen adiós al dólar estadounidense y comercializarán en sus monedas.
El 31 de marzo de 2023, al cumplirse 59 años del golpe de Estado cívico-militar de 1964 que derrocó a un gobierno civil, apadrinado por el gobierno de Lyndon B. Johnson, cancelando así la democracia por más de dos decenios y anestesiando a un país que la recobró en 1985, la ex presidenta Dilma Rousseff asumió el más importante cargo del BRICS en Shangai, China.
El mismo día, en Brasilia, el nuevo gobierno brasileño anunciaba un acuerdo con su par chino para realizar transacciones en yuanes y reales, lo cual fue considerado como un golpe serio a la hegemonía comercial estadounidense.
La Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Apex Brasil) fue la encargada de hacer el anuncio, precisando en una nota de prensa emitida ese viernes 31, que dos de las mayores repúblicas del mundo habían firmado el establecimiento del comercio bilateral en monedas locales.
“La expectativa es la reducción de costos y promover aún más el comercio bilateral y facilitar las inversiones en Brasil”, señaló en un comunicado el organismo estatal al confirmar la medida que concreta un principio de acuerdo sellado a fines de enero de 2023 para unificar criterios en el grupo multinacional.
Eso es parte de la anhelada participación global que ha buscado el BRICS en los últimos años, como se observó desde antes de que Jair Bolsonaro perdiera la reelección y dejara el gobierno de Brasil frente a la derrota sufrida ante Luiz Inácio Lula de Silva, cuando el entonces mandatario recibió en Brasilia a Vladímir Putin y a Xi Jingping para la cumbre del BRICS
Las primeras sesiones de aquel encuentro estuvieron dedicadas a una serie de reuniones bilaterales entre los jefes de Estado de los cinco grandes países emergentes, que habían participado en una de las cumbres anuales del BRICS, el 13 de noviembre de 2019 en Brasilia.
A esa cita asistieron los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de China, Xi Jinping; y de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa; así como el primer ministro de la India, Narendra Modi, con Jair Bolsonaro -el entonces presidente de Brasil como anfitrión-, un ex capitán ultraderechista que tuvo que enfrentar otra realidad.
En un ambiente de desencuentros políticos entre el gobierno de derecha y los dirigentes de oposición, principalmente del Partido del Trabajo (PT) de Lula, la capital brasileña tuvo la seguridad reforzada en todos los planos, al extremo de que el tránsito y la circulación de personas ajenas a la cumbre estuvieron prohibidos.
La seguridad capitalina llegó a tal punto en 2019, que los horarios de llegada de los líderes de Rusia, China, India y Sudáfrica fue casi un secreto de Estado, aunque se sabía que todos estarían presentes y arribarían sin dificultades.
Se informó que la primera parte de la reunión sería dedicada a encuentros bilaterales de Bolsonaro con los otros jefes de Estado y de Gobierno del BRIC; y luego harían su primera aparición conjunta para clausurar un seminario con empresarios de los cinco países, cuya presencia fue relevante.
“Estuvimos en la discusión de asuntos políticos y económicos complejos que deben colocar al BRICS en la primera línea y entre las primeras voces de las grandes potencias del orbe”, señaló el comunicado final del elenco participante, cuya presencia no fue menor para lo que vendría a futuro.
