ESTADO DE MÉXICO, 31 de marzo (AlmomentoMX).- El gobierno del Estado de México y concretamente la Secretaría de Salud Mexiquense, a cargo de César Gómez Monge, han sido incapaces de disminuir la incidencia del SIDA y más de la mitad de los enfermos han fallecido por falta de atención, desabasto y simulación
De hecho el Estado de México tiene el segundo lugar a nivel nacional en número de casos de sida a pesar de que el Sector Salud del Estado de México públicamente reconoce sus altas cifras de incidencia de la enfermedad del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida(SIDA).
La falta de una instrumentación de los programas federales respectivos a través de sitios de atención médica especializada, persiste en ellos desatención y desabasto de medicamentos, causando una alta tasa de mortalidad.
La importancia de esta enfermedad por sus altos costos humanos y médicos, ha comprometido oficialmente a la Secretaría de Salud estatal en la creación de 6 Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual-CAPASITS-, así como 3 unidades de Servicios de Atención Integral para personas con VIH/sida-SAI-, adscritos a hospitales de la demarcación.
Pero aún con esta política pública, en el Estado de México ocurren el 10 por ciento de las defunciones de la República, con un total de casos acumulados hasta el año pasado de 23 mil enfermos de VIH de los que han muerto 11 mil 900, más de la mitad.
Esto porque en contra de las versiones oficiales, tan sólo al iniciar este 2017, las constantes quejas sobre el desabasto de medicamentos e insumos en el sector salud y la falta de atención provocaron que los médicos de los CAPASITS de Ecatepec y Naucalpan, así como el SAI en Atizapán solicitaran a los familiares comprar los fármacos e insumos por su cuenta y en todo caso llevar a los pacientes a clínicas especializadas de la Ciudad de México.
Aunque el desabasto es generalizado en el estado, pues en hospitales de Tlalnepantla y la capital mexiquense se dan los casos de que ni en las áreas de urgencias se cuenta con el material médico básico.
La prevalencia del desabasto se ha recrudecido desde octubre de 2016, cuando por ejemplo trabajadores de hospitales de Ecatepec y Toluca denunciaron ante el público usuario la situación de verdadera contingencia, colocando mantas alusivas a la inexistencia de insumos y medicamentos, que en el caso de los pacientes con VIH es completamente inadmisible dada su dependencia de los fármacos y atención integrativa.
Sin embargo, la persistencia de la situación parece agravarse junto con la salud de los pacientes del estado de México, quienes según Telsida -servicio de atención telefónica especializado en VIH- han incrementado sus llamadas en el último periodo, pues el mayor número de asistencia a través de este servicio se ha dado a los habitantes de la entidad, sólo después de la capital mexicana.
Por ello, a pesar de los anuncios oficiales de mayor presupuesto dirigido hacia la atención, investigación, prevención y seguimiento de la enfermedad, la realidad es que este no se ve reflejado en la salud de los pacientes y sí en su agravamiento y muerte prematura.
Ante ello, en una completa simulación de atención, la página oficial del sector salud mexiquense explica, que el alto número de muertes ocurren, entre otras razones, “por falta de interés de las personas por conocer su situación médica, la marginación, el estigma y la discriminación son otros factores que alientan el alejamiento de las personas infectadas de los servicios de salud”, cuando dicho distanciamiento ocurre mayormente por la pésima atención y falta de medicamentos.
AM.MX/fm