sábado, abril 20, 2024

RÁFAGA: También hay democracia hereditaria

Jorge Herrera Valenzuela

Es muy cierto que hay de males a males y de herencias a herencias. Las investigaciones científicas en la medicina son muy precisas, máxime ahora cuando están en práctica las intervenciones robóticas y la medicina genética avanza a pasos agigantados. Bueno, pues en nuestro país hemos evolucionado en asuntos médicos y por supuesto también en el campo de la política. Desde el siglo pasado, México hoy es otro con nueve partidos políticos “compitiendo” en 2018. Gracias a la apertura democrática, gracias  a que se terminó el régimen presidencialista y autoritario de un solo partido político, gracias a lo antes referido, “los mexicanos disfrutamos una envidiable vida democrática modernizada”.

En el siglo pasado, a nivel mundial,  solamente en nuestro país se sabía con un año de anticipación quién sería el mexicano afortunado en ser elevado a la titularidad de Presidente de México. Bastaba con su postulación y punto. ¡Claro!, se cumplía con la convocatoria a una magna asamblea nacional, donde tres líderes sectoriales pronunciaban un nombre y la avalancha se producía inmediatamente hacia las oficinas donde, “despreocupado e ignorante de lo que pasaba”, el elegido despachaba como miembro del gabinete presidencial.

Por supuesto que no era el único candidato, pero otros surgían después del “destapamiento del candidato oficial”. Mínimo era dos los contendientes, salvo en 1976 cuando nada más “jugó” el maestro José López Portillo y Pacheco, aunque el Partido Comunista postuló a Valentín Campa, pero el PC no tenía registro oficial. En 1994 la pelea no fue cerrada, pero 7 hombres y dos mujeres figuraron en la boleta electoral; el triunfador fue Ernesto Zedillo Ponce de León, quien no era militante priista y se le designó candidato a raíz del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta.

Está bien de historia, pero, ¿Qué tiene que ver con la enfermedad llamada democracia hereditaria? Pues, sucede que la modernidad de todo, los cambios derivados de la tecnología, la computación,  la influencia de las redes sociales, a lo que suma la era de las “concertacesiones”, transas, coaliciones o alianzas,  también los militantes del PRI, del PRD, del PAN, sufren el ataque epidémico de la “democracia hereditaria” y su malestar consiste en que están por heredar los cargos de la administración pública y las tareas legislativas, ¿a quién creen?, pues, a sus hijos, a sus parejas, a los que viven en su corazoncito. El prestigiado columnista Pancho Cárdenas Cruz, estimable amigo y colega, es el autor del término “concertación”, para referir los arreglos entre el gobierno priista y los grupos panistas, desde los días del salinismo.

HERENCIA DE GUBERNATURAS

En Puebla de los Ángeles, en Puebla de Zaragoza, en Puebla del Señor de las Maravillas, el exgobernador y exprecandidato panista presidencial Rafael Moreno Valle Rosas –nieto del excelente doctor y respetado general Rafael Moreno Valle, antaño gobernador poblano—quiere que la gubernatura quede en manos de su esposa Martha Erika Alonso Hidalgo, postulada por el PAN.

Un segundo caso se da en Morelos, donde Rodrigo Gayosso Cepeda, hijo de Elena Cepeda de León, esposa del nefasto gobernador Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, es el candidato del PRD. Mientras que en Veracruz el corrupto gobernador Miguel Ángel Yunes Linares impuso a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez para que lo suceda en el trono de Xalapa, respaldado por la trilogía PAN, PRD y Movimiento Convenenciero.

PATRIMONIO CONYUGAL Y FRATERNAL

La enfermedad de la “democracia hereditaria” cundió como el ébola hindú, ésta causa muerte y aquella da riqueza y poder. Se da en todos los partidos políticos, en los tres niveles de gobierno. Entre los muchos casos que deben de estar en juego, ahora mismo y con el aval de la autoridad electoral (léase Institutos Electorales) en la Ciudad de México tenemos los siguientes ejemplos:

La perredista Elizabeth Mateos Hernández fue delegada política en Iztacalco y brincó a la Asamblea Legislativa, dejando la jefatura delegacional a su pareja Carlos Enrique Estrada Meraz y ahora ella está postulada por el PRD para volver al cargo, en esta ocasión como “Alcaldesa”, mientras él busca posicionarse en otro cargo. Por su parte Víctor Hugo Lobo quiere heredarle la jefatura de Gustavo A. Madero a su esposa Nora Arias Contreras.

Los hermanos Israel y Julio César Moreno Rivera, perredistas corruptos, acusados por sus propios correligionarios, no quieren dejar la jefatura delegacional (ahora será Alcaldía), porque despachar desde esa oficina,  posición en Venustiano Carranza, es ampliamente redituable, apuntan los vecinos que conocen a los mencionados hermanitos.

PREGUNTA PARA MEDITAR;

¿Los senadores y los diputados que entrarán en funciones el sábado 1 de septiembre procurarán modificar la legislación electoral, adecuándola a verdaderos principios democráticos?

jherrerav@live.com.mx

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