jueves, julio 4, 2024

RÁFAGA: No hay equidad de género en lo político-administrativo

JORGE HERRERA VALENZUELA

Platicaba con mi hermana Alma Rosa sobre la participación de la mujer en los cargos de alta responsabilidad, tanto en la iniciativa privada como en el sector gubernamental,  destacando la nula equidad de género. En la iniciativa privada, ellas acaparan importantes direcciones generales, mientras que en el sector político-administrativo porcentualmente son mínimas las oportunidades, a pesar de lo que pregonan los dirigentes de los partidos políticos y el Presidente de la República.

El comentario surgió con motivo del aniversario 38 de que, por primera vez, una mujer asumió la gubernatura de uno de los 31 Estados. Me refiero a la poetisa tapatía Griselda Álvarez Ponce de León, quien fue electa para gobernar Colima. La ilustre maestra Griselda comenzó su gestión el 1 de noviembre de 1979. Era el sexenio del catedrático universitario y escritor José López Portillo y Pacheco, quien también pasó a la historia por haber integrado a su gabinete, como secretaria de Turismo, a Rosa Luz Alegría Escamilla, quien a los 24 años de edad era una de las principales dirigentes del Movimiento Estudiantil de 1968. Fue la primera mujer en tener esa alta distinción. Durante 10 años Rosa Luz fue esposa de Luis Vicente Echeverría Zuno, primogénito del presidente Echeverría Álvarez.

Hasta ahora, partiendo del casi final de 1979, en los Estados que integran la República Mexicana y el antiguo Distrito Federal (hoy Ciudad de México) suman 305 gobernadores y solamente 7 gobernadoras, dos de ellas con el carácter de interinas. A simple vista, nos percatamos de que los partidos políticos para nada han respetado el principio de igualdad de género. De ese minúsculo grupo de gobernadoras, preciso que cinco recibieron el respaldo del Partido Revolucionario Institucional, el combatido PRI, y dos fueron postuladas por el Partido de la Revolución Democrática, el hoy el internamente desarticulado PRD.

Después de la profesora Griselda Álvarez, en Tlaxcala gobernó Beatriz Elena Paredes Rangel, más adelante Ivonne Aracelly Ortega Pacheco triunfó en Yucatán y actualmente en el poder está Claudia Artemisa Pavlovich Arellano que recuperó, para el PRI, el Palacio de
Gobierno en Sonora. Dulce María Sauri Riancho es la única priista que fue interina, por corto lapso, en Yucatán. La primera gobernadora surgida de un partido opositor, por voto popular, fue Amalia Dolores García Medina. Militante de hueso colorado en el PRD, cumplió su sexenio en Zacatecas. Otra interina, apoyada por el PRD: María del Rosario Robles Berlanga, actuó como Jefa de Gobierno del Distrito Federal y después dejó al Sol Azteca; en estos tiempos, es parte del primer equipo del Presidente Peña Nieto.

Como puede observarse, en toda su historia, desde 1939, el Partido Acción Nacional no ha tenido una gobernadora. Recientemente, por primera vez, postularon a la carismática poblana Josefina Eugenia Vázquez Mota, como candidata al gobierno del Estado de México. Cuando fue candidata presidencial, en el 2012, Josefina no contó con el apoyo de la dirigencia blanquiazul, lo mismo ocurrió en esta ocasión. Dos derrotas consecutivas que delatan la guerra interna entre los grupos panistas.

Pues bien, en resumen anotamos que de los 312 gobernadores, incluidas las 7 mujeres, el PRI registra a su favor 241 triunfos.

Acción Nacional logró, en los últimos 38 años, 45 gubernaturas, una en alianza con el PRD y dos (en Nayarit) en coalición con PRD, PT y el PRS de registro estatal. En la agenda del partido amarillo y negro se contabilizan 21 gobiernos estatales, tres en alianzas. Movimiento Ciudadano tuvo el de Oaxaca, con Gabino Cué Monteagudo; los del Verde Ecologista, protegidos por el PRI, tienen la gubernatura en Chiapas. Hay uno que dejó el PRI y se convirtió en “independiente”, en Nuevo León, pero busca ansiosamente ser candidato presidencial en el inminente 2018. Dos interinos sin militancia partidista, uno en Guerrero y otro en Michoacán, complementan la lista de los trescientos doce.

MORENA “DESTAPÓ” A CLAUDIA

Con mucha anticipación, Andrés Manuel López Obrador, propietario del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, ha dispuesto que la física y doctora en ingeniería energética Claudia Sheinbaum Pardo, de 55 años de edad, sea precandidata a Jefa de
Gobierno de la Ciudad de México. Claudia, esposa del sociólogo Carlos Imaz Gispert, es, desde el 2015, Delegada en Tlalpan y con motivo de los sismos de septiembre se le complicaron las cosas, tras el derrumbe del edificio de la Escuela Enrique C. Rebsamen.

La designación de Claudia, mediante el clásico “dedazo”, provocó que el zacatecano y jefe delegacional en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila, hiciera el coraje de su vida, rompiera con la amistad de 20 años con “El Peje”. La doctora Sheinbaum y el abogado Monreal fueron dos de los más leales “lópezobradoristas”. No será extraño que cualquiera de estos días, Monreal sea postulado para pelear por el Gobierno de la Ciudad de México.

El único manchoncito, por cierto muy negro, es que Claudia está o estuvo casada con Carlos Imaz Gispert, quien fue delegado político en Tlalpan y muy cercano a López Obrador. Imaz junto con el expresidiario René Bejarano y Gustavo Ponce, el tesorero en el gobierno de Andrés Manuel, al principio de este Siglo XXI, eran los encargados de recolectar dinero “sucio” para el “lópezpobradorismo” y de ello nos enteramos por los videos que transmitió la televisión, cuando Brozo tenía un noticiero matutino en Televisa.

PREGUNTA PARA MEDITAR:

¿PRI, PAN y PRD presentarán candidatas para competir con la de MORENA, como, recientemente, lo hicieron los dos primeros mencionados, en el Estado de México?

jherrerav@live.com.mx

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