CIUDAD DE MÉXICO, 11 de noviembre (AlMomentoMX).— Por décadas, El Diario de Ana Frank -uno de los libros más leídos en el mundo- ha compartido con millones de lectores la historia, sueños y vida de una adolescente judía que pasó dos años, junto a su familia, escondida durante la persecución Nazi en Ámsterdam y que, al ser descubiertos, fueron trasladados a campos de concentración, donde la joven murió de tifus en 1945.
Pero ¿qué hubiera pasado si ella hubiese sobrevivido al Holocausto?
En Ana Frank (editorial Planeta), el escritor David R. Gillham responde a esa pregunta como resultado de una investigación de seis años, en los que se documentó no solo sobre el personaje, sino sobre el mundo que la rodeó, y consultó todo el material disponible al respecto para adentrarse en los momentos más trascendentes de su vida.
Gillham parte de la premisa de que Ana sobrevive al campo de Bergen-Belsen y se reencuentra con su padre, Otto Frank, con quien trata de recuperar una vida en la que las ausencias pesan: su hermana Margot murió a causa del tifus y su amada madre por inanición, provocada por la raquítica dieta de los campos de exterminio, pero también porque guardaba sus sobrantes de pan para dárselos a sus hijas.
Los recuerdos se convierten en pesadillas y Ana suele “ver” a Margot entre las precarias y sucias condiciones en que vivieron en los campos nazis y los malos momentos se mezclan con su dolorosa nueva realidad, pues no comprende que su padre, a quien llama Pim, se case de nuevo a 16 meses de la muerte de su madre.
En una Ámsterdam que se esfuerza por recuperarse de la guerra y se convierte en centro de reunión en el que los sobrevivientes comparten sus experiencias y buscan darse ánimos, Ana también tiene ante sí una realidad con oportunidades, que se presentan de manera inesperada, recordándole que existe el amor y que son posibles sus sueños de convertirse en escritora.
«Quiero ser escritora», admite. «Eso es lo que quiero. Eso no lo cambio. Y quizá sí tenga algo de talento, pero me da miedo que eso no sea suficiente. Creo que es mi deber contar esta historia porque, de lo contrario, ¿por qué viví todo eso? Pero ¿qué pasa si ahora soy demasiado débil o cobarde como para enfrentar lo que debo enfrentar?», narra Gillham.
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AM.MX/dsc