CIUDAD DE MÉXICO, 24 de diciembre (AlmomentoMX).- Durante el año que termina, los productores de leche han perdido más de 14 mil millones de pesos por recibir precios inferiores a los costos de producción y el sacrificio de 600 mil vacas especializadas, afirmó el dirigente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche.
El dirigente de los lecheros consideró que, en lo que va de este sexenio, el precio de un litro de leche al consumidor se ha incrementado en 4.16 pesos, mientras que el aumento al productor es de .65 centavos por litro en el mismo periodo.
Prueba de ello, afirmó Álvaro González, es que las importaciones de polvo de leche sin crema pasaron –en los dos últimos años—de 205 mil toneladas, a más de 340 mil entre 2013 y 2018; (SAGARPA) lo que significa una de las cifras más altas en la historia de las importaciones mexicanas, lo cual indica, de pasadita, que esas prácticas desleales han sustituido a más de 500 mil productores.
Para los pequeños y medianos productores, es muy conveniente y oportuno plantear al presidente Andrés Manuel López Obrador la necesidad de reactivar el campo y que los productores mexicanos “no sigamos siendo utilizados como moneda de cambio. Necesitamos un intercambio comercial equitativo; nada de enviarnos sus sobras o subproductos lácteos de otro tipo”, afirmó el líder lechero.
“Necesitamos que regresen a México los miles de empleos perdidos por una corrupta y pésima negociación de gobiernos anteriores. El resultado de ello es muy claro. Solo en 2018, por efecto del TLCAN, los productores lecheros absorbimos un alto quebranto económico equivalente a 14 mil millones de pesos, por recibir un peso con cincuenta centavos menos que el costo de producción, por lo que 10 mil productores se vieron obligados a vender sus vacas especializadas al rastro”, reiteró.
“La industria de derivados lácteos también se ha enriquecido a costa de los pequeños y medianos productores”. Que han logrado hacer que las vacas de 15 litros hoy produzcan 30, este logro significa que cada año pudiera comprarse el equivalente al total de vacas productoras de leche en el país, con un valor de 72 mil millones de pesos.
Sin embargo, la avaricia de la industria no tiene límites al pagar la producción nacional 43% menos de lo que se pagaba antes de que tuvieran la facultad otorgada por el gobierno de que ellos fijen el precio del litro de leche (hoy sería $9.62 por litro). Esto significa. Por cada litro que comercializan, tienen por lo menos una ganancia de cuatro pesos, valor que hay que multiplicar por 11 mil 950 millones que se comercializan anualmente. “A los productores la industria les paga poco, y a los consumidores les vende caro”, manifestó Álvaro González.
A lo anterior, hay que sumarle el permiso del gobierno para engañar y adulterar la leche con los más de 6 mil millones de litros importados principalmente de los Estados Unidos. Por lo que, añadió, los productores de leche compiten deslealmente con importaciones de productos lácteos, de marcas “genéricas.” Como no se trata de leche auténtica, sus precios y calidad son relativamente bajos, al grado de que las tiendas, en su mayoría transnacionales, sacan al mercado “marcas propias”, sin ser oficialmente empresas productoras o envasadoras de leche. Aquí se da el fenómeno de la ‘usurpación de funciones’ por una parte, y la muy posible evasión de impuestos.
Así, por lo menos, podemos señalar a tres dependencias gubernamentales que durante los últimos 6 años no cumplieron con las tareas que les corresponden: Salud-Cofepris, por no revisar la sanidad de alimentos. Dejan pasar leche adulterada por leche, sencillamente. La PROFECO, que solapa que las tiendas vendan marcas ‘patito’ cuyo producto parece leche, pero no es, lo cual implica un fraude a los consumidores. Y ahora aparece el Servicio de Administración Tributaria, de la SHCP, que no vigila ni cobra los impuestos que deben pagar las tiendas comerciales por sus “marcas propias”.
Ante esta situación, el dirigente adelantó que los productores nacionales cerrarán filas en todos los estados del país para que se establezcan compromisos que reviertan las políticas aplicadas por gobiernos anteriores en contra de los productores y consumidores mexicanos.
Exigiremos se prohíba la comercialización de bebidas impostoras qué aprovechando el buen nombre de la leche, ponen en riesgo la salud y el sano desarrollo de los consumidores mexicanos y aniquile miles de empleos que genera la producción nacional, se desmotive el consumo de estos productos chatarra que aprovechan el buen nombre de la leche para confundir a los consumidores.