Por Pedro Camacho
Quien piense que la ortografía no es importante se equivoca. Hay palabras a las que, con solo cambiar una letra, se les cambia el significado, como es el caso de avocar y abocar. Avocar, cuya raíz etimológica significa llamar, es, en términos jurídicos, atraer a sí, una autoridad la resolución de un asunto o una causa cuya decisión correspondería originalmente a un órgano inferior; mientras que abocar(se), derivado de boca, tiene diversos significados, entre los que destaca el más usual entre mexicanos y habitantes de otros países de Iberoamérica: entregarse de lleno a hacer, a estudiar o a investigar algo.
