martes, junio 3, 2025

PÍLDORAS DEL LENGUAJE

Por Pedro Camacho

Aunque muchísimas personas suponen que es lo mismo “terminar por” que “terminar de”, entre esas dos expresiones hay una gran diferencia. “Terminar de” es apropiada para hablar de una acción que comenzó con un objetivo y al final ese objetivo es el mismo, se haya logrado o no: “Juan no termina de crecer”, o “Felipe terminará de estudiar”. En cambio, “terminar por” implica haber empezado el camino hacia un objetivo y desviarse hasta terminar en otro distinto. “Estudió economía y terminó por manejar un taxi”. En esta lógica, la muy usual frase “no termina por” carece siempre de sentido, como ocurre en “no termina por entender”. En ese caso habría que decir. “no termina de entender” o bien “termina por no entender”.


Artículos relacionados