Por Pedro Camacho
Hablar de un lapso de tiempo es decir un pleonasmo, redundar de manera innecesaria, como cuando alguien habla de una hemorragia de sangre. Todo lapso es de tiempo, como toda hemorragia es de sangre. En todo caso, puede hablarse de lapsos específicos o de hemorragias específicas. Así como es válido referirse a una hemorragia cerebral, también lo es hablar de un lapso de dos años, de 10 días o de cuatro meses, pero no tiene sentido la expresión “lapso de tiempo”.