Por Pedro Camacho
Se suele aplicar el adjetivo “lapidario” a una frase o discurso que, por su contundencia, despeja dudas y deja sin palabras a quienes escuchan. Sin embargo, el significado original del término nada tiene que ver con esa idea. Lapidario significa “digno de ser grabado en una lápida”, pero también se refiere a alguien que se dedica a labrar piedras preciosas o a comerciar con ellas. Por otra parte, lapidar es sinónimo de apedrear, y lápida es una piedra que contiene alguna inscripción aunque no esté colocada en un sepulcro, como se cree ordinariamente.