Por Pedro Camacho
El mote de “hidrorayos”, inventado para aplicárselo al equipo de futbol Necaxa es, además de ridículo, aberrante desde el punto de vista gramatical. Es ridículo porque no hay rayos de agua o de hidrógeno, y es aberrante porque escrito como lo escriben, no debe pronunciarse con una “r” suave entre la primera “o” y la “a”. No debe leerse “hidrorrayos”, con “rr”, que es como lo pronuncian los cronistas.
