Por Pedro Camacho
Un sufijo que a fuerza de ser utilizado de manera incorrecta cobró carta de naturalización en nuestro idioma es el derivado de -fobia, que indica aversión. En el caso de los llamados “homofóbicos”, de acuerdo con las normas que explica con toda claridad el maestro Manuel Seco, ese neologismo debiera ser sustituido por el más adecuado “homófobos”.