Por Pedro Camacho
Se llaman homófonas las palabras que se pronuncian igual, pero se escriben de modos diferentes y, por supuesto, tienen también significados distintos; algunos ejemplos son: benéfico, que es aquello que produce bien, y venéfico, término que, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia, significa venenoso y es un adjetivo anticuado, en desuso; o vaca, que es un mamífero, y baca, que es una especie de canastilla que se coloca en el techo de un automóvil para transportar cosas.