viernes, noviembre 8, 2024

PÍLDORAS DE LENGUAJE

Por Pedro Camacho

Contra lo que piensa mucha gente, hablar de “un vaso de agua” es perfectamente correcto y no necesariamente se debe cambiar por “un vaso con agua”. Cuando se llena con agua un vaso y después se vierte esa agua en un plato u otro recipiente que no es el vaso, la cantidad de líquido que hay ahí es, precisamente, un vaso. Es curioso que la gente que considera indebido hablar de “un vaso de agua”, no encuentre ese mismo error al referirse a un plato de sopa, y no “con sopa”, o a una taza de café. Prácticamente nadie pide una taza “con café”…

 

 

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