Por Pedro Camacho
Es de tal magnitud la fuerza que llegan a alcanzar ciertos “jingles” o frases comerciales que, en ocasiones, desplazan a los refranes y los dichos que les dieron origen. Un caso son aquella frase usada por un Banco, basada en el dicho popular que se refería al “dinero contante (de contar) y sonante”, para promover el ahorro “constante (referido a la constancia) y sonante”. En la época actual prácticamente nadie usa la expresión “contante y sonante”; elige “constante y sonante” a menudo sin saber a ciencia cierta lo que está diciendo.