Por Pedro Camacho
Algunos anuncios comerciales, no demasiados, han logrado poner en boca de todos algún eslogan que, al paso del tiempo, se incorpora al lenguaje coloquial y es utilizado por muchos, aunque generalmente son muy pocos los que conocen el origen. Es el caso de “agarrar la jarra”, frase proveniente de un anuncio que promovía mezclar refresco de cola con ron. Su pegajoso “jingle” o estribillo decía: “agarra la jarra, con Bacardí y Coca-cola se prepara una jarra…” Hoy, agarrar la jarra es sinónimo de emborracharse, pero al principio era solo una propuesta de mercadeo. “De marketing”, dicen los publicistas.