Por Pedro Camacho
La generalizada costumbre de decir que algo “empezará a partir de…” o “empezará desde el día…” es un error grave, porque implica una redundancia. Basta decir que ”las inscripciones empiezan el martes”, por ejemplo, o que “habrá inscripciones a partir del martes”. Si una obra de teatro “se empezará a presentar desde del sábado”, cabría preguntar: ¿Y hasta cuándo terminará de empezar a presentarse?