Francisco J. Siller
En los últimos cuatro días, la tasa de incidencia creció en 15,442 infectados por el COVID-19, un promedio diario de 3,860. El 6 de mayo había 27,634 y al domingo 10 de mayo 35,022 enfermos, de acuerdo a la plataforma Sisver del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE).
Con esos datos, podría preverse que a fin de este mes, habrá 77,210 pacientes en estado crítico y una cantidad que podría fluctuar entre los 849,310 y un millón de personas que podrían tener o no síntomas y que serían transmisores del COVID-19 lo que saturaría y rebazaría la oferta hospitalaria a nivel nacional.
Ello sin tomar en cuenta que la Plataforma Sisver-Sinave no contempla los pacientes que son atendidos a nivel cacional por el coronavirus en hospitales privados, o las pruebas que realizan los laboratorios clínicos del país, eso debido a que solo tres de ellos estan habilitados para reportar casos positivos o negativos a ésta.
Y es que parece muy conveniente ese vacío normativo que existe en el registro de casos, pues entre menos se identifiquen no hay pretextos para asegurar que la epidemia ya esta domada y que la curva de contagios se va aplanando, aunque la estadística oficial diaria muestre lo contrario.
De ahí la preocupación de los exsecretarios de salud de gobiernos anteriores y sus críticas a las aciones o inacciones del gobierno federal para atender la crisis de salud en la que estamos inmersos y que no solo incide en el sector salud, sino en el político, sin que se reconozca que existen datos diferentes, reales.
Mientras la mancuerna de los López –Obrador-Gattel– insista en pelear con la prensa y no aceptar las críticas de los especialistas, académicos, exsecretarios de Salud o de los gobernadores y tratar de culpar a los gobiernos del PRI y del PAN por las deficiencias en el sistema de salud público, poco se va avanzar.
La hipotesis del gobierno es que sus detractores, esos conservadores acostumbrados a la corrupción quieren ver el fracaso, el hundimiento del Titanic de la 4T, o para usar el lenguaje coloquial del Palacio, un sonado ponche cantado por tres contundentes strikes, tras varios foules.
La estadística oficial acepta al corte de las 13 horas del domingo 10 de mayo, mil 562 casos nuevos registrados en las 24 horas anteriores, lo que significa que la “curva plana” de la que presume el gobierno, tiene un pico ascendente muy pronunciado, por lo que es prematuro pensar que el COVID-10 está domado.
Además con sus datos oficiales pero incompletos, en los últimos 10 días se registraron mil 606 decesos –solo en los hospitales públicos– de los 3,465 que consignan las estadisticas del Sisver-Sinave, lo que significa que a fin de mes podría contabilizarse mas de 8 mil doscientos fallecimientos, solo en hospitales públicos.
Mientras existan fallas en la captura de la información y se descarten a los hospitales privados y no se lleve una contabilidad de los enfermos que permanecen –y los que mueren– en el seno del hogar, no sabremos donde estamos parados y mucho menos se actuará con eficiencia y oportunidad.
En el Senado de la República ya dieron un paso adelante, que el gobierno no se atreve a dar. el presidente de la Comisión de Salud en el Senado, Miguel Ángel Navarro (Morena), dijo que los legisladores entrevistarán a los exsecretarios de Salud, para conocer sus “propuestas concretas”.
Y precisamente con el aval del Senado presentarlas a las autoridades porque son
las personas que tienen experiencia, capacidad y preparación. Ahora la pregunta es si los López aceptarán un criterio diferente al de ellos, sobre todo porque ellos ya ven la luz a final del tunel. ¿Sera?
Por cierto que el dirigentes y diputados del PRD y seguramente se sumaran el PAN, PRI y MC, del bloque de contención en la Permanente a la denuncia que presentaron en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por no porporcionar a personal de salud del equipo de seguridad necesario.
Y esta será una prueba que confirme o no de la carnalidad que existe entre la CNDH y el Palacio Nacional, aunque hay la posibilidad de que se haga a un lado y deje pasar el golpe…
CEO y Editor de Infórmate
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