- Morena tendrá que pagar el alto costo.
- Se vence el plazo para aprobar el PEF.
- INE, otro ataque a instituciones autónomas.
Francisco J. Siller
Los gritos de fraude, fraude, empujones y agresiones de Morena, en especial contra Gustavo Madero. Gritos y mas gritos empañaron la protesta de Rosario Piedra Ibarra a la presidencia de la Comisión de los Derechos Humanos. No hubo poder que se opusiera al capricho del gobierno, pero Morena cumplió. A que costo.
Si se pudo, si se pudo y la sonrisa burlona del coordinador de Morena, Ricardo Monreal que aplaudía desde su curul, mostrando cínica satisfacción. Que otra le quedaba. Morena se salió con la suya. No tuvo control de sus huestes y si no fue así, faltó a la palabra empeñada con el resto de los coordinadores en el Senado.
Pero esto no queda ahí. El PAN lo adelantó. Pelearán en los tribunales para que se reponga el proceso completo y procederán penalmente contra el espionaje a panistas. Falta ver si con el uso de la ley y la Constitución revierten el proceso y tiran el nombramiento apócrifo. Solo por esos dos votos birlados.
Rosario Piedra Ibarra tiene por lo pronto una enorme responsabilidad en sus hombros. A quien le va a cumplir, ¿al presidente López Obrador? ¿A las víctimas? ¿Al pueblo de México? Ser titular de la CNDH a modo, no será fácil, sobre todo cuando haya que defender a los ciudadanos contra las acciones del gobierno.
Por la mañana, Monreal dijo a los periodistas que habría una nueva elección. “No queremos que haya dudas. Somos hombres limpios y Morena no puede ser sometido a la duda”. ¡Que lejos estaba en ese momento de imaginar el desenlace! Tras proponer reponer la elección, hasta su bancada le dio la espalda. O por lo menos así pareció.
Esta visto que los organismos autónomos le estorban al gobierno. En especial la Comisión de los Derechos Humanos y el Instituto Nacional Electoral. Con la complicidad de legisladores de Morena el Ejecutivo ha logrado controlar a casi todas esas instituciones que representaron un contrapeso a las decisiones de gobierno.
Horas y horas, gritos y saliva desperdiciada en el Senado de la República en lo que fue una sesión en la que el PAN arremetió contra Morena por la fallida votación en la que éste ultimo partido eligió a Rosario Piedra Ibarra –la semana pasada– y hoy la ratificó. Esta visto que Monreal perdió su toque mágico. Lo pensó fácil, lo dificil es concretarlo.
El líder de Morena se comprometió a reponer la votación para la CNDH, pues pensó que tenía los votos en la bolsa para que todo fuera fácil. Nunca imaginó que se abriría la Caja de Pandora, que las opiniones se dividirían a tal grado de casi llegar a un punto muerto. Ni adelante, ni atrás.
Tras más de siete horas y media de debates y la presentación de cinco mociones –que fueron deshechadas–, la mayoría de Acción Nacional. Morena ganó por su mayoría simple, que no se repusiera, aunque la intención inicial fuese limpiar la elección. Se atoró en el punto en que la oposición exigió reponer todo el proceso y regresarlo a comisiones.
Lo real es que la CNDH y el Senado salen severamente lesionados en este proceso, porque la sombra del fraude quedó ahí. Ni azules, ni guindas dieron su brazo a torcer. Las dos fracciones sostuvieron ser portadores de la lámpara de Diógenes. Cada quien era propietario de la verdad. Hubo fraude o no lo hubo.
En paralelo, en San Lázaro, la sesión hubo de suspenderse. Volvió a estar sitiado por campesinos y alcaldes. La Junta de Coordinación Política tuvo que sesionar en una sede alterna, un Sanborns cercano a la Cámara de Diputados. Y es que el tiempo se le vino encima. Este viernes es la fecha límite para aprobar el Presupuesto de Egresos (PEF).
Ahí, entre los comenzales habituales, alcaldes y campesinos tuvieron oportunidad de hacerse oir por los diputados encabezados por Mario Delgado que como todo buen político buscó salvar el bulto y no supo que contestar a las exigencias de asignar 24 mil millones para el desarrollo del campo. Y no se diga de las ampliaciones y reasignaciones tan necesarias para los municipios.
Y otro trompito que Morena se echa a la uña es la intención de recortar el periodo de nueve años, a tres para la presidencia del INE y con ello tener control de las elecciones en 2021 y 2024. Lorenzo Córdova Vianello tendría entonces –casi en automático–, que dejar de inmediato ese organismo autónomo, que es pilar de la democracia mexicana.
A los de Morena los han tundido duro en los últimos días, porque han enseñado el cobre. Ni siquiera entre ellos hay cohesión y solidaridad. Ahí están las castas, los niveles, las facciones, pero sobre todo las descalificaciones. Sobre todo ahora que se encuentran en una guerra intestina por el poder, si por el poder.
La reforma al artículo 41º de la Constitución, que establece el plazo de nueve años para la presidencia de INE parte del diputado Sergio Gutiérrez Lima, que es secretario por Morena de la Comisión de Puntos Constitucionales. Ahora resulta que Yeydkol Polenvski, lo califica de oportunista ocurrente, incrustado en la fracción parlamentaria de ese partido.
Son muchos frentes de batalla las que están abriendo las huestes López Obradoristas y no en todos se saldrán con la suya.
