jueves, abril 17, 2025

OTRAS INQUISICIONES: Violencia contra las mujeres

Pablo Cabañas Díaz.

La investigación reciente ha demostrado fehacientemente que mientras la calle es el lugar de más riesgo para los hombres, el hogar lo es para las mujeres, pues es en este ámbito es donde ellas sufren la mayoría de las agresiones y lesiones.

 

Hasta ahora, la mayor parte de la investigación social sobre este problema se centra en la violencia física. Ello se debe a la existencia de instrumentos relativamente estandarizados que han sido ampliamente aceptados, así como al supuesto de que la violencia física impacta de manera tangible en la salud de las mujeres. Sin embargo, desde hace algunos años también se ha insistido en la importancia de estudiar la violencia psicológica que se ejerce contra las mujeres al interior de la pareja y se ha documentado que desde la perspectiva de las mujeres agredidas, la violencia psicológica es mucho más dañina y de efectos más duraderos que la violencia física.

 

Otra forma de violencia de pareja contra las mujeres que también ha sido objeto de investigación es la violencia sexual, que es una de las expresiones prototípicas de la dominación de género que se ejerce sobre las mujeres.

 

Recientemente han comenzado a aparecer esfuerzos que miden también la violencia económica al interior de la pareja, en tanto que  ella es una expresión del tipo de arreglos sociales sobre los que se constituyen las parejas y que suelen ser desventajosos, en términos de acceso y manejo de recursos, para las mujeres.

 

Durante los últimos años, la investigación empírica sobre la violencia de género ha crecido exponencialmente en los países anglosajones, dando lugar a un amplio número de tendencias y controversias que enriquecen enormemente nuestra comprensión del problema.

 

El campo de la investigación sobre violencia contra las mujeres, en países como México, si bien ha realizado progresos importantes en los últimos años, dista aún de alcanzar el nivel de desarrollo de otros países. La violencia doméstica contra las mujeres, ha permitido dar sustento a la demanda política, esgrimida por el movimiento feminista, en el sentido de que el Estado debe intervenir en la prevención y erradicación de esta forma de violencia, en tanto que se trata de un verdadero problema .La violencia de género es un problema social que demanda políticas de Estado y programas de acción institucionales para erradicarla.

 


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