Pablo Cabañas Díaz.
Victor Gruen, arquitecto austríaco nacionalizado estadounidense, es ampliamente reconocido como el “padre del centro comercial moderno”. Su visión trascendió el diseño arquitectónico para proponer un modelo de espacio público cerrado que integrara comercio, cultura y convivencia social. En México, la influencia de Gruen fue particularmente notable a partir de mediados del siglo XX, cuando el país comenzó a adoptar modelos urbanos y comerciales provenientes de Estados Unidos.
Gruen diseñó el primer centro comercial cerrado con aire acondicionado, Southdale Center (1956) en Minnesota, con la intención de crear un espacio peatonal protegido del clima y del caos vehicular. Esta propuesta, inspirada en los centros urbanos europeos, combinaba tiendas, espacios verdes, fuentes y zonas de descanso, buscando fomentar una experiencia comunitaria más allá del simple acto de comprar. Aunque con el tiempo muchos centros comerciales se distanciaron de esta visión social para privilegiar el consumo, el modelo arquitectónico y funcional de Gruen se replicó globalmente, incluyendo en México.
En el contexto mexicano, la urbanización acelerada de las décadas de 1960 y 1970, junto con el auge del automóvil y la expansión suburbana, crearon las condiciones ideales para la proliferación de centros comerciales. Ejemplos emblemáticos como Perisur (1980) o Plaza Satélite (1971), diseñados con amplios pasillos interiores, patios de comida y estacionamientos extensos, reflejan la huella de Gruen. Estos espacios no solo respondían a necesidades de consumo, sino que se consolidaban como nuevos núcleos de socialización, entretenimiento y estilo de vida.
La influencia de Gruen en México no se limita a la forma arquitectónica, sino que también impactó la forma en que se conciben las dinámicas urbanas. El centro comercial se transformó en un sustituto del espacio público tradicional, especialmente en contextos donde la inseguridad o la falta de infraestructura urbana limitaban el uso de calles y plazas. Esta tendencia continúa en desarrollos más recientes como Antara Polanco o Artz Pedregal, que combinan el lujo, la exclusividad y una experiencia multisensorial bajo un enfoque que, aunque más comercial, aún conserva elementos del planteamiento original de Gruen.
La influencia de Victor Gruen en los centros comerciales mexicanos es profunda y persistente. Si bien sus ideales originales de crear espacios comunitarios se han visto transformados por el consumismo, su legado arquitectónico y urbano sigue moldeando la experiencia del espacio comercial en México hasta nuestros días.