Pablo Cabañas Díaz
Pablo Cabañas Díaz Andrés Manuel López Obrador, puso el dedo justo en la llaga, tocando el tema del robo de hidrocarburos, denunciando que la mayor parte de este desfalco provenía del interior y que en Pemex, el enemigo dormía en casa. La medida fue aplaudida por el grueso de población, sin embargo, las cosas parecen complicarse conforme pasan los días, el golpe de autoridad no llega, el desabasto crece y se crea un ambiente que sus adversarios políticos aprovechan para desestabilizar al país .
El principal prblema que enfrenta el presidente es que el nivel de inventarios de combustibles en México, equivale a 14 días si se consideran los inventarios totales que incluyen terminales de almacenamiento, buques, poliductos y existencia en refinerías. En la administración de Enrique Peña Nieto se elegió una política de niveles mínimos de almacenamiento aplicables a inventarios comerciales. Los días de almacenamiento dependen de los tiempos de reabastecimiento de productos petrolíferos desde mercados internacionales para cada región logística dentro del país. Los inventarios mínimos solo se podrán utilizar en situaciones de emergencia de suministro, previa autorización del Consejo de Coordinación del Sector Energético.
Sin certeza de cuándo se normalizará el abasto de gasolinas, el problema se expande por el país cada hora. Pemex ha demandado en Houston, Texas a compañías estadounidenses que habrían comprado o procesado productos que les fue robado. Luego del desabasto de gasolina y diésel registrado en al menos seis estados, Pemex informó que la carencia se debe a cambios en la logística de entrega para evitar el robo de combustibles. A través de un comunicado, Pemex explicó que las nuevas formas de reparto forman parte del Plan Conjunto del Gobierno de la República para combatir el robo de hidrocarburo, mediante el cual se ha privilegiado el uso de medios de transporte más seguros. Igualmente se asegura que la carencia de combustible no significa que haya escasez de producto ni especulación de precios; pues se cuenta con suficiente inventario para cubrir la demanda de la población
La realidad es que no se cuenta con la infraestructura necesaria para garantizar el suministro de combustibles en caso de una situación como la que estamos experimentando . Pemex tiene retos muy complicados por varios frentes. El impacto que podrá tener -en acaso extenderse- sobre la economía y la estabilidad política representa ya un riesgo para la seguridad nacional.