martes, marzo 4, 2025

OTRAS INQUISICIONES: Pepe Arévalo y el Bar León

Pablo Cabañas Díaz.

El 28 de febrero de 2025, falleció Pepe Arévalo, a los 87 años, 22 años después de que cerró el Bar León, lugar que lo hizo famoso. Fue el profesor de la Facultad de Ciencia Políticas, de la UNAM, Froylán López Narváez -quien cuando faltaban pocos minutos para la medianoche del 1 de marzo de 2003-, explicó que el lugar tenía  que cerrar por sus graves problemas  económicos.

 

La clientela ya no acudía al famoso sitio como solía hacerlo entre los años de 1972 hasta el año 2000, que fue la época de gloria de Pepe Arévalo en el Bar León que estaba en la calle Brasil en el número 5 en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Los asaltos a la salida del Bar León, el abandono de los universitarios e intelectuales por las presiones para consumir solo botellas caras en lugar de copas, y las parejas que cada vez más que ir a escuchar música, tomaban al lugar como la antesala para pasar al hotel de paso que había en el mismo edificio, a lo que sumaba  la mala administración que había tenido su dueño  Eduardo Cassab.

 

 

En sus mejores tiempos además de Pepe Arévalo, había un personaje que defenía al lugar y ese era Luis Pérez Rubio el Mesie, apodo que le puso Jack, un empleado de la embajada francesa. El Mesie fue el mesero en los años de explendor del Bar León, gracias la fama que le dio el movimiento la “rumba es cultura”, que encabezó Froylán López Narváez y aunque es poco conocida, gracias  a la influencia de  Colombia Moya quien fue pareja Froylán. Colombia fue una bailarina excepcional y crítica cultural, falleció el 7 de febrero de  2022,  a los 87 años en su casa de la colonia Condesa.

 

En su época de oro al Bar León, llegaban estudiantes universitarios, taxistas, vendedores ambulantes, escritores entre los que destacaba  Gabriel García Márquez y el Tigre Azcárraga que firmaba las notas y luego, los lunes, el Mesie se las llevaba a su oficina y  según contaba le iba mejor, pues le daba dos cheques, el de la cuenta y el de su propina.  De gratos recuerdos fueron las clases, que en  esos años  eran, impartidas, diríase que in situ, a sus alumnos por López Narváez.  Ese ambiente bohemio fue recordado el  13 de febrero del 2016, en la Casa del Lago, por quien fue su dueño Eduardo Cassab con la platica: “El son y la cultura popular en la Ciudad de México.”

 

Pepe Arévalo fue discípulo de Rubén González pianista titular de lo que luego fue el Buenavista Social Club y leyenda del son cubano. Posteriormente, fue pianista de importantes artistas, como Toña la Negra con quien trabajó durante 9 años y 3 años con Daniel Santos; fue pianista de Pepe Jara y Fernando Fernández. En una ocasión me comentó -con su peculiar tono de voz-, que “había sido pianista de figuras muy famosas, le doy gracias a Dios de que la gente me enseñó muchas cosas, como mi compadre Enrique Jorrín. Pepe Arévalo  grabó  40 discos , alguna vez me comentó en los años setenta  que había  viajado siete veces a Europa.

 

Pepe Arévalo tuvo éxitos que lo colocaron en un lugar de privilegio en el mundo de la música, con canciones como  “Oye Salomé” (“Falsaria”), que fue el punto de partida del movimiento de la salsa en México. La canción fue  catalogada de vulgar  e incluso se buscó censurarla, para que no pudiera ser programada, por las estaciones de radio de la época. Con la muerte de Pepe Arévalo y de Froylán López Narváez  en 2021, y la  de Colombia Moya en 2022, se acabó una época en la cultura musical de la Ciudad de México.

 

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