viernes, abril 19, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Mujeres en las artes visuales: Angelina Beloff

Pablo Cabañas Díaz
Pablo Cabañas Díaz/La Opinión de México
Anghéline Bélova, mejor conocida como Angelina Beloff (1879-1969), fue una pintora, grabadora, ilustradora y docente a quien el teatro y la educación en México le tienen un agradecimiento especial ya que fue una constante impulsora del guiñol, además de ser una de las fundadoras del Salón de la Plástica Mexicana. Beloff en México se desarrolló como profesora, dibujante proyectista, grabadora y pintora.
En 1889 fue admitida en la escuela secundaria para mujeres Vasili Ostrof. Ocho años más tarde ingresó en la Facultad Físico-Matemática por injerencia de su padre, sin embargo, también tomó clases de pintura en una academia nocturna. Para 1900 y después de cuatro años de estudios, dicha institución, le otorgó el Certificado de los “Cursos de Altos Estudios para Mujeres” por haber acreditado de forma adecuada sus asignaturas.
En 1904 abandonó las clases nocturnas de pintura y fue admitida mediante concurso en la Academia Real de Bellas Artes de San Petersburgo, sin embargo, al año siguiente fue expulsada debido a que participó en una huelga estudiantil, pero siguió tomando clases en escuelas particulares.
Con una pensión, herencia de sus padres, viajó a París en 1909 para continuar sus estudios de arte; primero en la Academia Henri Matisse y posteriormente en la academia de Anglada Camarasa, en donde conoció a la pintora María Blanchard, prima de Germán Cueto, con quien inició una larga amistad. En aquél tiempo estudió grabado en metal y en madera con un maestro inglés y una maestra de origen sueco, respectivamente.
En el mes de junio de ése mismo año viajó a Brujas, Bélgica, junto con María Blanchard; fue allí donde conoció a Diego Rivera y Enrique Friedman. Pintó, junto con Diego Rivera, los paisajes y canales de Brujas para posteriormente grabarlos en aguafuerte y aguatinta sobre metal. Para 1910 realizó diversos viajes para estudiar la obra de artistas como El Greco y en el Museo del Prado hizo una copia a punta seca de Las vírgenes medianitas de Tintoretto. Entabló amistad con Amedeo Modigliani y se vinculó con el circuito de artistas mexicanos avecindados en Europa.
En 1911 Diego Rivera, quien había vuelto a México un año antes, le escribió a Rusia expresándole su deseo de volver a París, ciudad donde se encontraron y vivieron juntos. En el barrio de Montparnasse, coincidieron con Gerardo Murillo más conocido como el  Doctor Atl, Roberto Montenegro, Adolfo Best Maugard y Alfonso Reyes. En 1913, también en París y a través de Rivera conoció a Pablo Picasso y al grupo cubista, con el cual trabajó por un tiempo.
Tras diez años de relación con Diego Rivera y un hijo que lamentablemente no sobrevivió debido a una epidemia de meningitis en París. En 1932, impulsada por Germán Cueto, se embarcó rumbo a Veracruz, México, pensó quedarse sólo seis meses en el país, pero pronto se relacionó y comenzó a trabajar en la Secretaría de Educación Pública donde además de ser designada como profesora de dibujo se reunió con varios artistas con el propósito de formar un grupo de teatro guiñol que fungiera como medio educativo. La Secretaría de Educación Pública los apoyó y creó dos grupos encabezados por Germán Cueto y Leopoldo Méndez. En 1967 expuso en Bellas Artes, en colaboración con Inés Amor  su trabajo como pintora, grabadora y sus 35 años de estadía en México fueron reconocidos en una exposición-homenaje compuesta por más de 200 obras en el Museo del Palacio de Bellas Artes.

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