Pablo Cabañas Díaz
El mayor desafío que enfrenta la democracia mexicana en Coahuila, el Estado de México, y Nayarit está en el ámbito de las reformas a las instituciones electorales realizadas en las últimas décadas que han sido insuficientes para fomentar un comportamiento importante en toda democracia: aceptar las reglas del juego establecidas por los contendientes .
El pasado 31 de marzo, Enrique Peña Nieto reunió en la “casa Miguel Alemán” de “Los Pinos” a los obispos de las diócesis del Estado de México y de Ciudad Altamirano, Guerrero, para apoyar al candidato Alfredo del Mazo, su primo, en una elección que parece más cercana al PRI de los años sesenta del siglo pasado.
La invitación de Peña Nieto a los jerarcas católicos a “Los Pinos” fue para neutralizar el pronunciamiento emitido el 30 de marzo, un día antes de la comida, y en el que pidieron honestidad y transparencia a los candidatos a gobernador, pero también hablaron de darle auxilio, desde el púlpito, a Del Mazo.
En la comida estuvieron presentes los obispos que suscribieron el pronunciamiento en el que se citaban las palabras del Papa Francisco en su pasada visita a México: “Un futuro esperanzador se forja en un presente de hombres y mujeres justos, honestos, capaces de empeñarse en el bien común”. La respuesta a este cónclave por parte de la Arquidiósesis Primada de México, fue adverso al presidente y se dio desde el semanario “Desde la fe” que en un editorial titulado: “Elecciones de escándalo”, en donde se censura que las elecciones estatales en tres estados y las municipales en Veracruz costarán 4 mil millones de pesos.
La publicación hace una severa crítica a Peña Nieto y le cuestiona : ¿para esto se usa el dinero del gasolinazo? Además objeta “la manipulación, clientelismo y compra cínica y desvergonzada de votos; entrega de despensas y teléfonos celulares, así como la distribución de tarjetas y monederos electrónicos, se unen al uso electorero de programas de desarrollo social, condicionando los beneficios a cambio de copias de credenciales de elector, lo que, por cierto, es un delito”.
“Desde la Fe menciona: “La población del Estado de México –donde casi la mitad vive en pobreza– se encuentra asolada por el crimen y la impunidad. Así es, la entidad que dejará la actual administración vive sitiada por hampones, y prácticamente existen localidades en virtual toque de queda. En 2016, el Estado de México fue apabullado con cerca de tres mil homicidios, y es primer lugar nacional en el índice de feminicidios”. Y para no dejar duda alguna de su deslinde con la jeraquía del Estado de México afirma:: “Usar la pobreza de los mexiquenses puede provocar el enojo popular, así como poner en riesgo la paz social y eventualmente la legitimidad de los resultados de los próximos comicios”. Peña y su primo Del Mazo no tendrán una elección fácil y menos con propuestas como las del candidato del PRI quien promete a las amas de casa de la entidad la implementación de un “salario rosa” para que perciban ingresos, esto justo en un momento en el que el país afronta restricciones económicas severas.