jueves, abril 25, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Meade : Última llamada

Pablo Cabañas Díaz.
Hoy llegamos al tercer debate residencial entre los candidatos Andrés Manuel López Obrador (Morena-PES-PT), José Antonio Meade (PRI-PVEM-PANAL), Ricardo Anaya (PAN-PRD-MC) y Jaime Rodríguez que debatirán  en vivo desde el Gran Museo del Mundo Maya, en Mérida, Yucatán.
El pasado 29 de mayo, el presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), René Juárez Cisneros, aseguró que para el 10 de junio el candidato presidencial de la alianza Todos por México, José Antonio Meade Kuribreña, estaría en el segundo lugar en las encuestas, y a partir de entonces podría ir por el primero, porque “caballo que alcanza, gana”. Esas palabras las expresó el ex gobernador de Guerrero, en un encuentro con representantes de los medios de comunicación, incluso ante la suspicacia de algunos periodistas rechazó que el PRI esté trabajando para tener un “ejército para el fraude”, más bien, dijo, se trata de un ejército de militantes que defenderán el triunfo el 1 de julio. El 10 de junio llegó y en una encuesta  “patito” atribuida a “Pop Group” el PRI, aseguró  que Meade aparece en segundo lugar, “y se perfila para ganar la elección con el voto de los indecisos”.
Meade de acuerdo a la mayoría de las encuestas serias sigue sin poder avanzar del tercer lugar al que está amarrado desde el inicio de la campaña. Se lanzó como “el más chingón” y llegó a Mérida acompañado del  publicista Carlos Alazraki.
Ante el declive y fracaso de su campaña el candidato de “Todos por México” fue cuestionado por los medios de comunicación sobre si creía que la PGR debía o no intervenir para investigar las acusaciones contra Ricardo Anaya sobre una presunta red de lavado de dinero, a lo que respondió: “Ricardo Anaya Cortés es un “vulgar ladrón”. Palabras fuertes que el candidato priista deberá sostener en el debate.
Hasta ahora las acciones y declaraciones más agresivas de Meade le resultaron contraproducentes, pues fueron recibidas con severas críticas y le han generado más problemas que beneficios. Su  vocero de su campaña, Javier Lozano, ha sido duramente cuestionado por su falta de ética al difundir un  spot en donde se burlaba de la edad de López Obrador; y por usar sin permiso y manipular una imagen del coordinador de fotografía de  la revista Proceso, Marco Antonio Cruz.
 La semana pasada, se dio a conocer que a Meade la revista Algarabía le había propuesto el uso de su diccionario El Chingonario, la cual nunca pagó. La noche del 9 de mayo el equipo de Meade lanzó una estrategia en redes sociales que llamó #MeadeChingón, bajo la cual el candidato presidencial de la coalición PRI, PVEM y Panal aparecía como el mejor aspirante.
“En esta elección yo represento confianza frente al riesgo y futuro frente al pasado”, señalaba la leyenda que acompaña la foto de Meade.
El mensaje rezaba: “Queremos un México más chingón y para ello necesitamos un presidente visionario, capaz, que le apueste al progreso, un presidente como @JoseAMeadeK. #MeadeChingón”.
El promocional formaba parte de la nueva estrategia de relanzamiento de Meade para acercarlo más a la gente. No obstante, la idea no fue del equipo del candidato, sino de la empresa editora de la revista Algarabía, que se la propuso un mes antes por un precio de 500 mil pesos, los cuales nunca le pagaron.
Algarabía es una empresa fundada en 2001 y dirigida por la lingüista mexicana Pilar Montes de Oca. Edita múltiples productos, como una revista para adultos y otra para niños, así como calendarios con los eventos clave de cada año. En abril pasado le ofrecieron al equipo de Meade una campaña publicitaria que usara como base su diccionario El Chingonario e incluía un hashtag con el título “Lo más chingón de Meade”.
Los “grandes estrategas”, del candidato: Alejandra Sota y Alejandro Quintero, se han impuesto a  los que ellos llaman “el equipo de siempre de Pepe”, “el equipo de Videgaray, y al que trajo Nuño”, más “el equipo del partido”. Esta desorganización propicia muchas ideas y pocos resultados. Además,  solo un puñado de los colaboradores está cobrando, y más de uno se siente preocupado por saber  si les habrán de pagar lo que les deben.  Este desorden explica en parte los problemas de Meade y la crisis de su campaña. Carlos Alazraki, quien realiza los spots del último tramo será quien habrá de pagar el costo de una campaña que a todas luces  no tendrá  un final feliz.

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