Pablo Cabañas Díaz.
La magistrada federal María Elena Suárez Préstamo giró una orden de aprehensión contra el ex gobernador de Puebla, Mario Marín y del empresario textilero Kamel Nacif por ser los autores intelectuales de las tortura que sufrió la periodista Lydia Cacho en su detención de Quinta Roo a Puebla. Han pasado 12 años de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó (por seis votos contra cuatro) que no hubo violación grave a las garantías individuales de la periodista y exoneró a Marín y Nacif de las acusaciones en su contra. Fue un ejercicio memorable a favor de la impunidad y por la forma en que se ejerció el “derecho” a modo para favorecer a Marín y Nacif. También fue notable en esa sesión el hecho de desechar el tema de la pederastia.
Quedará para la historia la grabación de una conversación entre el gobernador poblano y el empresario Kamel Nacif, uno de los señalados por Lydia Cacho en la red de pornografía infantil denunciada en su libro “Los Demonios del Edén”. En este grave caso de pederastia se empieza a romper con el circulo de impunidad que imperaba en México. Por lo resulta importante destacar que si Marín y Nacif pretenden tramitar un amparo, no lo podrán hacer porque el caso está remitido en el pasado sistema penal, y el delito de tortura es considerado grave y sin prisión preventiva.
A la luz de lo acontecido en 2007, queda a salvo la honra de los ministros que votaron en favor del dictamen en el que se sostenía que sí hubo violaciones graves a las garantías individuales de la periodista y que furobn el ponente Juan N. Silva Meza, Genaro Góngora Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón Cosío. Los votos que permitieron poner a salvo a Marín y Nacif fue encabezado por el presidente de la Corte, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, y apoyado por Sergio Valls, Sergio Salvador Aguirre Anguiano y Mariano Azuela, así como por las dos mujeres que formaban parte de ese órgano: Olga Sánchez Cordero y Margarita Luna Ramos. Lamentable fue la actuación de Azuela, quien como presidente de la Corte inauguró a fines del 2006 el edificio del Palacio de Justicia Federal en Puebla, en un terreno donado por Marín. Los ministros Cossío, Góngora y Pelayo, señalaron que “sí hubo concierto de las autoridades para darle un coscorrón (a Cacho), utilizando para esto la Procuraduría y el Poder Judicial” . Peor imposible.