jueves, abril 17, 2025

OTRAS INQUISICIONES: Lorenzo Córdova: El primer día

Pablo Cabañas Díaz
Lorenzo Córdova, expresidente del Instituto Nacional Electoral, fue increpado por alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México al salir de una aula de la Facultad de Derecho. Respondió haciendo la “V” de la victoria y otros gestos con la mano. La oposición poblana y las cúpulas empresariales  lo dejaron solo en la presentación de su libro “La Democracia no se Toca”, pues solo acudieron a la Universidad Iberoamericana, donde se desarrolló el acto, los diputados panistas  Humberto Aguilar Coronado, Mónica Della Rodríguez de la Vecchia y Mario Riestra Piña. Un grupo de inconformes se apersonó en el salón Casino de Mexicali, Baja California antes del inicio del evento donde tendría una participación, y calificaron su  presencia como “lamentable”. El diputado del PRI, Hiram Hernández Zetina criticó  en la comparecencia del rector Enrique Graue  en la Cámara de Diputados que tanto Córdova como Ciro Murayama tuvieron más del tiempo de licencia del que marca la legislación universitaria y ellos no deben integrarse a la plantilla universitaria.
Córdova,  además, en las aulas de la  Facultad de Derecho vivió el repudio a su persona de la comunidad universitaria. Ante este panorama, recordé al escritor Luis Spota (1925-19859, que en su novela “El primer día”, publicada en 1977, hace una pregunta :¿hay alguien más débil que quien que acaba de perder el poder?”. Spota recuerda que el poder no dura para siempre, es un momento particular. Las enseñanzas son del siglo pasado, esto es, fueron escritas en otra época, pero recordemos que la tragedia de la caída de un personaje, es intemporal. Las reglas del poder son claras a pesar de los años, Spota las sabía, las aprendió en su momento de diversas fuentes y las plasma en la novela para que sus lectores tomen nota y no se sorprendan. Las enseñanzas para quien ya no tiene el poder suelen llegar tarde. De eso va esa novela, de decirnos que “el poder es de quien lo ejerce”, quien lo perdió queda sujeto a múltiples presiones, agravios, traiciones, insultos. Ese es el futuro de Lorenzo Córdova, quien apenas empieza a vivir la realidad  de quien ya no es lo que fue.


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