sábado, abril 20, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Linchamientos

Pablo Cabañas Díaz.

En México el linchamiento va convirtiéndose en una práctica cada vez más generalizada, resultado de una crisis de la autoridad que se expresa en el hartazgo de la gente hacia un Estado incapaz de resolver la seguridad de los ciudadanos. Los linchamientos aumentaron en la última década.

El término linchar procede de la expresión estadounidense ley de Lynch. Fue el juez John Lynch, que se hizo muy popular a finales del siglo XVII por sentenciar a los sospechosos según su parecer, contra toda ley y derecho, sin un previo enjuiciamiento. En México el linchamiento va convirtiéndose en una práctica cada vez más generalizada.   El 80 por ciento de los linchamientos se concentran en el Estado de México, Distrito Federal, Puebla, Morelos, Oaxaca, Chiapas y Guerrero, según un estudio elaborado por investigadores de la UAM-Azcapotzalco. Así lo revela el estudio “Linchamientos en México: recuento de un periodo largo (1988-2014)”, elaborado por investigadores de la UAM-Azcapotzalco.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) refiere que “los actos de linchamiento o la justicia por propia mano reflejan la pérdida de valores y muestran la violencia extrema de aquellos que exigen justicia pero se apartan de las normas de convivencia legales y actúan fuera del Estado de Derecho”. Un dato más, que aporta la investigación de la UAM es que el Estado de México y la Ciudad de México encabezan la lista, seguidos de Puebla, Morelos, Oaxaca, Chiapas y Guerrero. Uno de los casos más sonados en el Estado de México fue el ocurrido el 10 de febrero de 2012 en Chalco Estado de México, donde tres niños fueron golpeados desnudos y quemados vivos por cerca de 300 pobladores quienes creyeron que ayudaban a impedir un secuestro.

Es motivo de preocupación las vini -lonas que los vecinos han instalado en las diferentes regiones del centro del país, en la que advierten a los delincuentes que en caso de ser detenidos no serán entregados a las autoridades, sino que serán linchados.  En distintas zonas del país se han organizado  grupos de autodefensas que en algún momento pueden desafiar el poder de la autoridad. El estudio La justicia por propia mano y la recuperación de nuestra memoria escrito por Gerardo Islas refiere que “frente a los hechos violentos, tanto la ciudadanía como los medios de comunicación ceden fácilmente ante la tentación de parcializar los acontecimientos con visiones irreflexivas que llevan, en ocasiones, a justificar estos actos”.  Por tanto, existe un movimiento de masas que pone en riesgo la seguridad tanto  de la comunidad,  como de las víctimas y de los agresores.

Independientemente de la culpabilidad de los linchados, es evidente que se trata de una práctica a todas luces injustificada, pero existe, a pesar de lecciones como Canoa en 1968 y otros casos, como el que surgió en la Ciudad de México a partir de un rumor de que andaban esterilizando niños; grupos inconscientes y extremadamente molestos.

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