Pablo Cabañas Díaz
David Heymann(1945-2012), escribió el libro titulado : “Vida y leyenda de Bárbara Hutton” (1912-1979), que apareció publicado en español en 1987. Heymann reunió una gran cantidad de facturas que incluso hoy, con la digitalización de documentos, es impresionante. También conoció el valor de cada tesoro que Bárbara regaló casualmente a cada persona pone el ejemplo que regaló a su profesora de español, un par de diamantes Van Cleef, el dinero con el que compró a sus sucesivos maridos, las píldoras que tomó y los palacios que compró. Una sola figura en el drama atrae la indignación de Heymann y es la de Graham Mattison, abogado y asesor financiero de Hutton. Él es descrito en el libro estafandola en todo momento, alentando una especie de dependencia temerosa. El retrato que hace Heymann de la presencia maligna de Mattison, es por los temores de Bárbara a la pobreza y “su convicción desenfrenada de que Graham Mattison planeaba encerrarla en un hogar de ancianos o en una institución mental”.
En 1965, Paul Bowles (1910-1999), quien fue un famoso escritor la describió de la siguiente forma:“Tenía la cara excesivamente maquillada y los brazos delgados como palillos de dientes.¿Qué pasó con la bella heredera de los millones de la tienda Woolworth una de las más importantes de los Estados Unidos, en la primera mitad del siglo XX?. Las cifras en dólares que gastó son increíbles todavía en 2023. Al cumplir 15 años hizo una fiesta cuya crítica la acompañaría toda su vida. En 1927, había12 millones de personas sin trabajo, su debut en sociedad-en el Ritz-Carlton , de Nueva York– abarcó “cuatro orquestas, doscientos meseros, diez mil rosas, veinte mil violetas blancas, dos mil botellas de champán en plena prohibición, mil cenas de medianoche de siete platos y una jungla de abedules plateados”. Como Consuelo Vanderbilt y Jennie Jerome,MBarbara se dirigió al mercado matrimonial europeo. Tuvo siete maridos que incluían a dos príncipes ligeramente sospechosos, un conde, un ex jugador de tenis de Wimbledom y el actor Cary Grant.
Heymann en su libro deja que Barbara, sus amigos, sus esposos parásitos cuenten la historia. Vale la pena contarlo. No habrá más princesas de millón de dólares, no habrá más vidas escandalosas para enfurecer e intrigar a la gente en la calle. Tenemos en ese texto un fragmento de una época pasada, congelado en cristal, recordando las palabras de la adolescente Barbara Hutton: “Seré una solterona. Nadie podrá amarme jamás. Por mi dinero pero no por yo. Estoy condenada. Siempre estaré sola”. Como los demuestra David Heymann de manera tan conmovedora y entretenida, Barbara Hutton trabajó muy duro para ser una millonaria infeliz toda su vida.