jueves, enero 30, 2025

OTRAS INQUISICIONES: La adivina y López Portillo

Pablo Cabañas Díaz

 

En el libro “Ventana al mundo invisible”,  el escritor italiano Gutierre Tibón ofrece una lista con “algunos de los más destacados asistentes a las sesiones del Instituto Mexicano de Investigaciones Síquicas (IMIS). Su director y guía era el abogado Rafael Álvarez y Álvarez  de la Cadena, entre sus socios estaban el general Plutarco Elías Calles y su hijo Rodolfo, además de Miguel Alemán presidente de México (1946-1952), y la hermana Rosa, de Don Rafael Álvarez. Doña Rosa como era conocida, quien era una mujer inteligente, preparada, ágil, despierta, simpática y con carisma. Siempre tuvo una actitud honesta, estilo que le ganó muchos amigos y amigas. Una de esas amistades fue la de la señora Refugio Pacheco de López Portillo, madre de José López Portillo: las dos pasaron muchos años compartiendo su amistad y experiencias familiares.

Desde joven, Pepe, el hijo de Doña Refugio, descubrió en la amiga de su madre a una mujer con cualidades y capacidad de vidente. Según  la familia López Portillo,  Doña Rosa, poseía facultades paranormales.
Un día de tantos, José López Portillo le hizo una petición
“A ver Tía —le dijo: me acaban de nombrar director de la Comisión Federal de Electricidad. Quiero que me digas si me irá bien y además que visualices lo que me espera. Necesito tu pronóstico ”
Doña Rosa sonrió como solía hacerlo cuando tenía algo importante que decir “Pepe, estás empezando una carrera que te proyectará a otras posiciones públicas más importantes. Pasaron los meses y José fue nombrado secretario de la Presidencia. Imagino que recordó aquella conversación y de inmediato llamó a la “Tía Rosa” para comunicarle la buena nueva
“Te felicito —respondió escueta la señora Álvarez—. Pero aún te falta lo mejor. Así que espéralo ”
López Portillo hizo entonces una apuesta con Doña Rosa “Si eso que tú dices ocurre, juntos nos tomamos una botella del mejor champagne. ¿Te parece Tía? “Me gusta la idea —expresó Doña Rosa—, pero tienes que comprar y guardar otra botella más porque nos van a hacer falta, el otro  festejo. Al poco tiempo José López Portillo fue nombrado secretario de Hacienda y Crédito Público. De nuevo la llamada telefónica prometida. Y otra vez el alentador pronóstico “Nos la tomamos, pero falta una botella la mejor de todas” “Tía, ¿te das cuenta de lo que acabas de decir?. Lo que faltaría es la presidencia de México ”. “Entonces cuida tu amistad con Echeverría y guarda la champagne. Ah, y no te olvides de la apuesta, ni de tus amigos ”. López Portillo nunca se olvidó de Rosa Álvarez y Álvarez de la Cadena. Incluso fue padrino de la boda civil cuando ésta casó con Eduardo Ferrer Mc Gregor, controvertido juez de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.  La pareja de viudos sumaba alrededor de los 150 años de edad y sus nietos ya eran personas con hijos.
En el tradicional discurso de parabienes matrimoniales, el entonces presidente de México advirtió a los recién casados: “Les quiero pedir un favor: no vayan a salir con su domingo siete, así que, don Eduardo, Tía Rosa, nunca se olviden de los anticonceptivos …”Mal chiste, pero muy festejado dado que su autor era el presidente de México

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